El vocalista de la Maldita Vecindad, Roco Pachukote, fue diagnosticado con una extraña enfermedad en la piel, conocida como el síndrome síndrome de Stevens-Johnson. Esta condición puede causar daños fatales para quien la padece sin tener una terapia. El diagnostico oportuno es la clave principal para mejorar la calidad de vida de los pacientes en etapas iniciales.
Entre 2010 y 2020, México registró mil 425 hospitalizaciones a causa del síndrome de Stevens-Johnson y la necrólisis epidérmica tóxica. Este dato refleja una incidencia de 10 casos por un millón de habitantes en el país durante el lapso mencionado. Esta condición suele forma aparecer en cualquier persona, pero se ha observado que una mayor presencia en en las mujeres, con un 51% de los casos, de acuerdo con un estudio publicado en Dermatología Revista Mexicana.
La edad media de los afectados se situó alrededor de los 24 años. Durante el periodo estudiado, se reportaron 96 defunciones relacionadas con la enfermedad, lo que sugiere una mortalidad hospitalaria del 5.8% para pacientes con síndrome de Stevens-Johnson, y de un 10.4% para aquellos diagnosticados con necrólisis epidérmica tóxica. Estos números ilustran la gravedad y el riesgo asociado con estas condiciones dermatológicas severas.
¿Qué es el síndrome Stevens-Johnson?
El síndrome de Stevens-Johnson (SSJ) es una enfermedad grave que pueden resultar fatal. Estas condiciones son tipos de reacciones adversas cutáneas severas (RACS) asociadas principalmente con el consumo de ciertos fármacos. La gravedad de ambas enfermedades se mide por el porcentaje de la superficie corporal afectada. El SSJ menos severo que la NET, según la Guía de Referencia Rápida del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Estas condiciones médicas representan un desafío significativo para la salud pública por su alta morbilidad y mortalidad. La clasificación de estas dermatosis varía según el área de la piel comprometida: el SSJ afecta menos del 10% de la superficie corporal, la superposición SSJ-NET entre un 10% y 30%, y la NET implica un desprendimiento cutáneo mayor al 30%. Los grupos de mayor riesgo deben evitar la automedicación con fármacos que tienen vinculación conocida con el desarrollo del síndrome de Steven-Johnson. Además, se especifica que la carbamazepina, un medicamento comúnmente utilizado para tratar ciertos trastornos neurológicos, no debe ser prescrita a pacientes con resultado positivo en la prueba para HLA-B*1502 a menos que los beneficios de su uso superen los riesgos asociados.
En cuanto a los factores de riesgo identificados por el IMSS incluyen mujeres, la edad avanzada, trastornos inmunológicos como el VIH/SIDA y enfermedades del colágeno, así como la ascendencia asiática. Además, la predisposición familiar y la presencia del antígeno HLA-B12 aumentan la susceptibilidad al desarrollo del SSJ.
Síntomas del el síndrome Stevens-Johnson
El síndrome de Stevens-Johnson tiene algunas pautas que podrían ser focos rojos para quien sospecha que lo padece, de acuerdo con la Clínica Mayo:
- Fiebre
- Dolor de boca y garganta
- Fatiga
- Ardor en los ojos
- Sarpullido
Esta afección requiere una inmediata atención médica dada su rápida progresión y la gravedad de sus síntomas. Los expertos enfatizan la importancia de buscar asistencia de emergencia ante los primeros indicios del síndrome. A medida que el síndrome avanza, los afectados pueden experimentar dolor generalizado en la piel sin causa aparente, sarpullidos de color rojo o morado que se extienden, ampollas en la piel y membranas mucosas, incluyendo la boca, nariz, ojos y genitales, y eventualmente.
En caso de contar con ayuda tardía, la piel puede desprenderse después de la formación de las ampollas. Esta condición puede ser inducida por reacciones a medicamentos, las cuales pueden ocurrir durante el consumo de un fármaco e incluso hasta dos semanas después de haberlo suspendido.
Tratamiento y prevención del síndrome de Steven-Johnson, según estudios
Nuevas investigaciones apuntan a la efectividad de tratamientos con ciclosporina y anti-TNF-α biológico, lo que podría tener mejores resultados ante el síndrome de Steven-Johnson. Aunque, el uso de corticosteroides sistémicos e IgIV ha sido motivo de controversia entre los especialistas, la acumulación de evidencia científica respaldando la eficacia de los fármacos mencionados sugiere resultados mejores, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Biomedicines.
Respecto al cuidado de las personas con el síndrome de Steven-Johnson, será necesario el uso de clorhexidina al 0,05%, un líquido antiséptico para lesiones orales y baños con soluciones diluidas de permanganato de potasio o sulfato de cobre (alibour), según la extensión de la piel afectada. Este procedimiento se recomienda realizarlo dos veces al día para mitigar las lesiones cutáneas. Es crucial evitar los vendajes o apósitos adhesivos por el riesgo de provocar mayor daño y dolor al retirarlos, de acuerdo con el IMSS.
Para los casos en que el daño en la superficie cutánea es extenso, se enfatiza en la importancia de comenzar la reposición de líquidos por vía intravenosa. La administración de agua en los pacientes difiere significativamente del tratamiento a pacientes con quemaduras, debido a que la respuesta de la piel a las citocinas y el daño microvascular es inferior. Se estima que las pérdidas insensibles de líquido oscilan entre 2 a 3 litros diarios en adultos con un 50% de la Superficie Corporal Total (SCT) afectada, lo que podría requerir una reposición de líquidos de entre 5 a 7 litros cada 24 horas.
Para mitigar los efectos de estas afecciones, es crucial una detección temprana y la implementación de medidas preventivas dirigidas, especialmente en individuos identificados dentro de los grupos de alto riesgo. La educación en torno a la evitación de la automedicación y la necesidad de consultas médicas antes de iniciar cualquier tratamiento farmacológico son pasos fundamentales para prevenir la aparición del SSJ y la NET.