Rubén Jiménez Molina, mejor conocido como ‘El Ingeniero’, ‘El de los dedos blancos’ o ‘El R-3′, fue un exintegrante del Cártel de Sinaloa de alto rango, quien fue víctima de un intento de secuestro, luego de que se encontraba en un centro comercial acompañado de su esposa, quienes pudieron librarse a pesar de ser muchos sus adversarios.
De acuerdo con el narcocorrido compuesto por Geovani Cabrera Inzunza e interpretado por el grupo musical Calibre 50, Jiménez Molina era muy ágil, por lo que pudo librarse de la agresión de por lo menos 23 hombres, quienes no tuvieron más opción que retirarse sin lograr su objetivo.
“Lo que le hicieron al ingeniero, se los digo muy sincero, no se debe hacer, al salir de un supermercado él fue levantado junto a su mujer, lo llevaron para el norte afueras de Culiacán, pero se descuidaron y en cuanto parpadearon, se tiró a matar”, comienza la canción de Calibre 50.
En la melodía se menciona que estaban saliendo de un supermercado cuando desconocidos intentaron privarlo de la libertad, junto con su esposa, que fue lo que le dio coraje, debido a que ella no estaba involucrada en sus negocios.
“Pa’ su mala suerte se toparon al ingeniero, al de los dedos blancos, el potro no era arisco, pero lo hicieron, y uno por uno los cazó como perros, tú que harías si tocan tu sangre?, eso me vino a la mente, de que lloren en mi casa, mejor que lloren enfrente”, continúa la canción.
Tras librar el ataque, Rubén enfrentó a uno de sus victimarios, quien terminó por decirle las ubicaciones de algunos de los agresores, de los cuales solo 19 recibieron una dosis de violencia. Por otra parte, el narcocorrido dice que “no es rencoroso”, al perdonar después de tres tiros, al hacer honor a su apodo de ‘El R-3′.
“23 nombres me ha dado y aunque me faltan varios, yo no tengo prisa, saquen la cuenta chavalos, si me faltan 4 cuantos llevo en la lista?, ya bien saben quienes son, sigan corriendo jodidos, no soy nada rencoroso, yo siempre perdono después de 3 tiros”, sigue el tema.
Muerte de ‘El Ingeniero’
El 30 de septiembre del 2015, Jiménez Molina fue asesinado a balazos sobre el bulevar Enrique Cabrera, en la colonia Infonavit Humaya, en la capital sinaloense, luego de que viajaba a bordo de un automóvil Volkswagen Jetta 2015, color gris y desconocidos abrieron fuego en su contra para después darse a la fuga.
‘El Dedos Blancos’ dejó de existir al interior de una clínica del IMSS, al no soportar los múltiples impactos de proyectil de arma de fuego.