A finales de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue señalado en investigaciones periodísticas que indicaban que el Cártel de Sinaloa presuntamente había aportado entre USD dos y cuatro millones a la campaña presidencial del tabasqueño de 2006.
Anabel Hernández y Tim Golden publicaron los reportajes en DW y la agencia de noticias ProPublica, respectivamente. En ambos trabajos se indicaba que la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), había investigado este supuesto financiamiento.
Al respecto, el mandatario federal acusó que se trataba de una ”calumnia” y que esas investigaciones salieron a la luz por las elecciones presidenciales de este 2024. En ese sentido, cuestionó dónde estaban las pruebas de dichas acusaciones.
“Nada más decirles: pues no a la DEA, al Departamento de Estado, al gobierno de Estados Unidos, que esto tiene que ver con el hampa del periodismo y de la política. Y que si hay algo que no les gusta, pues que lo planteen abiertamente”, sostuvo López Obrador. Sin embargo, esta no era la primera controversia que sostenía con la agencia antidrogas.
“Intromisión abusiva”
El 14 de abril de 2023, el Departamento de Justicia de EEUU presentó múltiples cargos contra Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa que es liderada por los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Esto debido a su involucramiento en el tráfico de fentanilo, principalmente.
A raíz de lo anterior se dio a conocer que agentes de la DEA se habían infiltrado en la organización criminal desde hace un año y medio, con la finalidad de recopilar información sobre sus líderes y operaciones.
Tres días después, el presidente López Obrador fue cuestionado durante su tradicional conferencia matutina por la supuesta infiltración de la DEA en el Cártel de Sinaloa. En un primero momento aseguró que ya no eran los tiempos del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), donde mencionó que “éramos como los policías del gobierno de Estados Unidos”.
Bajo ese tenor, aseveró que ni la DEA ni la Agencia Central de Inteligencia (CIA), o cualquier otra agencia del gobierno estadounidense, tiene margen de acción en México o pueda intervenir en las decisiones de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Defensa Nacional (Sedena).
“Cooperación sí, sometimiento no, porque México es un país libre, independiente y soberano”, sostuvo AMLO
Asimismo, advirtió que no puede haber agentes extranjeros en territorio mexicano. Si bien indicó que es posible compartir información de seguridad con otros países, acotó que son los elementos del Ejército, de la Marina y la Guardia Nacional los únicos que pueden intervenir.
“¿Entonces la DEA lo hizo sin autorización, esta operación de infiltración?”, cuestionó una de las reporteras que asistió a la mañanera del 17 de abril. Ante ello, López Obrador tuvo que responder afirmativamente.
En ese sentido, calificó la supuesta infiltración como “una intromisión abusiva, prepotente que no debe de aceptarse bajo ningún motivo. ¡Cómo van a estar espiando”, exclamó el mandatario federal.
Pese a ello, señaló que no iba a presentar ningún reclamo contra la DEA, toda vez que México está abierto a cooperar con la agencia estadounidense para llevar ante la justicia a los líderes de las organizaciones criminales.