El colágeno destaca como una de las proteínas más notables en nuestro organismo, desempeñando diversas funciones, entre las cuales se incluye la formación de una barrera contra el deterioro celular relacionado con el proceso de envejecimiento. Por lo tanto, su papel resulta esencial para retrasar los signos de envejecimiento, especialmente aquellos que se hacen evidentes en la piel.
Siguiendo la corriente hacia lo natural en distintos aspectos de la vida, el caldo de huesos ha experimentado un resurgimiento en las cocinas. Aunque la preparación pueda parecer novedosa para muchos, en realidad, era el recurso secreto de las abuelas para aliviar diversas incomodidades. Aunque comúnmente se le vinculaba con mejoras en la salud intestinal, sus beneficios van más allá de lo digestivo.
Sin embargo, muy poco saben cuál es la recomendación de los expertos para conocer el momento del día en que debe ser tomado y en qué cantidad debe ser consumido, así como los tips de conservación que te pueden permitir tenerlo hasta por meses y así optimizar sus beneficios.
Caldo de hueso necesita una cocción de 24 horas para conservar todos los nutrientes
La licenciada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos por la Universidad Iberoamericana, Nathaly Marcus, explica -en su canal de YouTube- detalla que el caldo de hueso necesita una cocción de 24 horas para conservar todos los nutrientes, aunque todo dependerá de las materias primas utilizadas para su elaboración. La recomendación es que sea tomado por la mañana, como desayuno o suplemento de este mismo.
Caldo de hueso puede durar hasta tres meses gracias a refrigerio adecuado
Una vez que es colado, retirando las verduras, se coloca en bolsas de alimentos o recipientes en el congelador. Ello permitirá que el caldo de hueso pueda tener una duración óptima, conservando todos sus benéficos para la salud y una mejor en la piel, hasta por tres meses.
Cómo utilizar el caldo de hueso refrigerado
Nathaly Marcus asegura que el concentrado puede ser utilizado en diversos tipos de caldos, sopas y otros alimentos preparados que requieran una consistencia liquida, como caldo de pollo, sopa de verduras, pastas, caldo de frijol, lentejas, sopa de habas y más.
Además se recomiendo no colocar sal hasta no tener el platillo terminado, ya que debido al concentrado de caldo de hueso se puede llegar a salar el alimento debido a su fuerte sabor y el factor de que ha sido refrigerado por un prolongado tiempo. Sin embargo, no esta prohibido el uso de otro tipo de especias para mejor el sabor o consistencia de las mezclas.