La tarde del sábado 3 de febrero, un nuevo suceso macabro estremeció a los habitantes de la colonia San Pedrito en Tlaquepaque, Jalisco, tras el descubrimiento de un presunto cráneo humano en las calles de la zona. Habría sido un perro el que encontró la cabeza, la tomó con su hocico y la llevó paseando por las calles del lugar.
La Policía del municipio confirmó que recibieron un reporte de emergencia al 911, alertando sobre el hallazgo de un fragmento de osamenta en la calle Mata Redonda, en el cruce con Francisco Sarabia. Ante esta situación, los uniformados acudieron al lugar para verificar la información e iniciar las indagaciones para esclarecer los hechos.
Al llegar, los agentes solicitaron el apoyo de Servicios Médicos Municipales, cuyos paramédicos, tras una evaluación preliminar, manifestaron su incapacidad para determinar si se trataba de un cráneo humano.
Ante la incertidumbre, se informó de inmediato al Ministerio Público, quien a su vez solicitó la presencia del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para realizar una identificación más precisa. En ese sentido, se espera que en las próximas horas puedan encontrar cómo es que una cabeza humana llegó a circular en las calles tapatías.
Autoridades ya investigan el origen del cráneo
El IJCF será el encargado de llevar a cabo los análisis necesarios para determinar la naturaleza del resto óseo encontrado en San Pedrito. Es relevante señalar que este perturbador evento sigue a otros descubrimientos similares en la región metropolitana de Guadalajara y de diversas regiones del país, lo que ha preocupado a los mexicanos quienes consideran que se ha vuelto habitual abandonar restos humanos en vías públicas sin consecuencia alguna.
El pasado viernes 2 de febrero, un cráneo humano envuelto con un costal y una soga fue localizado en el parque Metropolitano en Zapopan. Asimismo, el martes 30 de enero se reportó el hallazgo de otro cráneo humano en el centro de Guadalajara, a espaldas de la Universidad Enrique Díaz de León (UNEDL).
Las autoridades están trabajando arduamente para esclarecer estos casos y determinar si existe algún vínculo entre ellos. La comunidad local permanece en alerta ante estos descubrimientos inquietantes que han marcado el inicio de febrero en la zona metropolitana de Guadalajara.
Para la ciudanía, esto representa un gran problema pues, además de revelar el incremento de la violencia en diversas entidades de la República Mexicana, también consideran que al ser encontrados por animales callejeros, éstos pueden entorpecer los análisis para dar con la identidad de la persona fallecida.