En el ámbito laboral, el Contrato Individual de Trabajo representa un pilar fundamental para formalizar la relación entre empleadores y empleados, estableciendo claramente los términos y condiciones bajo los cuales se llevará a cabo la prestación de servicios laborales.
Según lo dispuesto en el Artículo 20 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), este contrato constituye un convenio en el cual una persona se compromete a realizar un trabajo personal subordinado a cambio de una retribución acordada previamente.
En México, el 42% de los trabajadores subordinados carece de un contrato por escrito, según datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Aunque la ausencia de este documento no limita el cumplimiento de las normas laborales, expertos subrayan su importancia como un elemento necesario en las relaciones laborales para brindar certeza y protección a ambas partes.
¿Qué es lo que debe de tener un contrato?
Según la Ley Federal del Trabajo (LFT), existen elementos esenciales que deben estar presentes en dicho contrato para garantizar su validez y proteger los derechos de ambas partes.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) destaca que el contrato escrito permite al trabajador conocer las condiciones generales de empleo y establece las bases para defender sus derechos en caso de incumplimientos. Estas condiciones deben cumplir o superar lo estipulado por la LFT, sin discriminación por raza, nacionalidad, sexo, edad, credo religioso o doctrina política, a menos que esté contemplado por la ley.
Es imperativo que el empleador entregue al trabajador una copia del contrato, en la cual deben figurar datos esenciales de ambas partes. Entre la información obligatoria para el trabajador y el patrón se encuentran: nombre, nacionalidad, edad, sexo, estado civil, Clave Única de Registro de Población (CURP), Registro Federal de Contribuyentes (RFC), domicilio y temporalidad del contrato (ya sea por obra o tiempo determinado, por temporada, de capacitación inicial o por tiempo indefinido).
Asimismo, el contrato debe contener detalles específicos como los servicios a prestar, el lugar donde se llevarán a cabo dichos servicios, la duración de la jornada laboral, la forma y monto del salario, el día y lugar de pago, la capacitación ofrecida, los días de descanso, las vacaciones y los beneficiarios en caso de fallecimiento o desaparición del trabajador.
Función del contrato en caso de conflictos laborales
Una de las funciones primordiales del Contrato Individual de Trabajo es prevenir y resolver conflictos laborales. En caso de que alguna de las partes desee dar por terminada la relación, el contrato actúa como un registro detallado de las condiciones acordadas, permitiendo demostrar si alguna de ellas ha sido incumplida. Este aspecto resulta crucial para alcanzar una resolución justa y equitativa en situaciones de desacuerdo.
Aunque el empleador no proporcione una copia del contrato o no se especifiquen ciertos puntos mencionados anteriormente, el artículo 26 de la LFT establece que el trabajador aún goza de los derechos estipulados por las normas laborales, así como de las prestaciones correspondientes.
Estos derechos incluyen al menos un día de descanso por cada seis de trabajo, un mínimo de media hora de descanso por jornada de ocho horas, días de vacaciones según la tabla actualizada, así como beneficios como el aguinaldo y el reparto de utilidades. En consecuencia, contar con un contrato laboral completo y claro se erige como una herramienta esencial para garantizar una relación laboral justa y equitativa.