Una de tantas cosas que hacen grande a México es la importante carga histórica y cultural que tiene. Las civilizaciones prehispánicas han maravillado no sólo a los habitantes del país, sino a entusiastas de la historia alrededor de todo el mundo.
Los mayas, los mexicas, los aztecas, y un montón de civilizaciones más, que dejaron sus ancestrales ciudades como prueba de su existencia, han sido objeto de estudios de arqueólogos y eruditos en la materia. Y es que estas culturas representaban una forma de vida muy distinta, previa a la llegada de los españoles.
Las civilizaciones prehispánicas que han hecho grande a nuestro país fueron líderes en muchas áreas, y de hecho, muchos inventos que ocurrían en Europa también se daban de este lado del mundo. Tal es el caso de la pelota, que si bien su origen se ubica en China, en Mesoamérica también fue descubierta.
Las pelotas son protagonistas de muchos deportes contemporáneos: el fútbol, el golf, el volleyball y muchos otros más. Pero miles de años antes de que nuestro país convirtiera en Nueva España, ya existían deportes que los antiguos mexicanos practicaban con maestría.
Las pistas para dar con la civilización creadora de la pelota y del juego
Todos conocemos muy bien el juego de pelota, un deporte que era tanto para el divertimento como ceremonial, y que formaba parte de la cultura de más de una antigua civilización. Las edificaciones que demuestran que los seres humanos prehispánicos practicaban dicho deporte ya han sido descubiertas y estudiadas.
Y si bien, civilizaciones como la maya o la mexica tenían bien entendido el juego de pelota, este deporte surgió miles de años antes de que dichas culturas llegaran a su punto álgido, incluso mucho antes del apogeo de la civilización conocida como “la madre” de todas: la olmeca.
Gracias a las investigaciones de arqueólogos y a los que se ha encontrado con respecto al juego de pelota, podemos ubicar el origen del deporte en la civilización que habitó Paso de la Amada, tierras bajas costeras de Chiapas.
En dicho lugar se encontró la pelota más antigua de México, que data del año 1600 a.C.; y ahí, además, se encuentra la cancha de juego de pelota más vieja de todas, que data del año 1650 a.C.; por lo que, de esta forma podemos ubicar a dicha civilización como los primeros fabricantes de pelotas.
Por supuesto, estas pelotas eran de hule y se creaban bajo ciertas técnicas que después fueron heredadas de generación en generación, hasta que viajó por el tiempo y permitió a las civilizaciones más recientes (como los mexicas) practicar el deporte.
El juego de pelota más legendario de Mesoamérica
El juego de pelota también ha sido protagonista de leyendas prehispánicas, tal es el caso de aquella que cuenta como Moctezuma, uno de los últimos gobernantes de la Gran Tenochtitlan (y el tlatoani que estaba en funciones cuando Cortés llegó a México en 1519), perdió un juego en contra del rey de Texcoco.
Se dice que la sede del enfrentamiento fue, por supuesto, la capital de los mexicas: Tenochtitlan. El rey de Texcoco tenía algo de mago, pues habría hecho una predicción (igual que los Presagios Funestos a los que se enfrentó el tlatoani en su momento) donde veía el imperio caer ante la llegada de extranjeros.
Para probar la veracidad de esta predicción, se llevó a cabo el juego, donde, por supuesto, Moctezuma perdió y tiempo después terminó su reinado ante la traición de un extranjero, cumpliéndose así la profecía.