En la conferencia matutina de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), apoyó la teoría de la Fiscalía General de la República (FGR), en la cual asegura que hubo un segundo tirador en el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta.
En el expediente judicial se encontró la versión completa de su primera declaración, rendida el 23 de marzo de 1994 ante el Ministerio Público, en donde aseguró que no iba armado el día del magnicidio, ya que dentro del trabajo que realizaba no se le permitía portar armas de fuego, pese a que la prueba de Harrison Gilroy, conocida como Rodizonato de Sodio, salió positiva.
Segundo tirador
Dos décadas después del asesinato del excandidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta, la FGR acusó a Jorge Antonio Sánchez Ortega, agente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), como el segundo tirador en contra del político, además de Mario Aburto.
Aquel 23 de marzo de 1994, en la colonia Magdalena de Kino, en Tijuana, Baja California, los reportes señalan que Sánchez Ortega estuvo activo y cercano al cuerpo de seguridad de la víctima, realizando tareas, siempre bajo la fachada de reportero.
Entre los aspectos que destaca la Fiscalía para acusar al mencionado agente es que estuvo presente en la zona en la fecha del ataque, además de que encontraron sangre de la víctima en su ropa y dio positivo a la prueba de rodizonato de sodio, es decir, había disparado un arma de fuego.
En fotografías y videos de aquella fecha, Sánchez Ortega, tiene un cierto parecido de quien se dijo era el tirador solitario, Mario Aburto; único sentenciado confeso hasta la fecha.
¿El omnipresente?
“Sobre el caso del segundo tirador, en el homicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, hace veinte días el Juez Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales Jesús Alberto Chávez Hernández, actuó con evidente parcialidad, quebrantando los principios obligatorios de valoración y análisis del gran acervo de pruebas presentada por la FGR”, señala un comunicado emitido por la Fiscalía.
El documento también destaca que las pruebas que “implican a Jorge Antonio “S” agente del CISEN asignado a cubrir al candidato presidencial, y quien fue liberado en aquellos momentos, es un evidente encubrimiento delictivo en el que estuvo vinculado directamente Genaro “G”, quien era Subdirector Operativo en el propio CISEN y fue quien lo rescató en Tijuana”, se refiere.
Hoy en la mañanera, López Obrador, dio lectura completa al mencionado archivo en el cual hizo las debidas pausas para enfatizar y resaltar las acciones del joven Genaro García Luna, en ese de 25 años, dando a entender de que ya tenía la suficiente visión política y estratégica para interceder y proteger al agente del CISEN desde aquella época, y posteriormente tener injerencia sobre decisiones a nivel presidencial en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.