Las Fuerzas Armadas Mexicanas, conjunto de instituciones militares, son las de mayor historia, desde su fundación en 1821, es decir más de 200 años de existir con el objetivo de garantizar la soberanía, integridad territorial, independiente y seguridad interior del país.
Las instituciones que conforman a las Fuerzas Armadas se caracterizan por la disciplina y rigor para cumplir y hacer cumplir las leyes, por ello es que de manera interna cuentan con sus propias leyes y normas que deben acatar de lo contrario podrían ser juzgados por haber cometido deserción, insubordinación o traición dependiendo sea el caso.
¿Cuándo un militar comete traición y qué sanción enfrenta?
Un militar que pertenece a las Fuerzas Armadas del país cometen traición cuando se vinculan con organizaciones delincuenciales que operen en el territorio nacional, ya sea desde proporcionar información para beneficio de las organizaciones criminales hasta el uso de equipo para favorecer a delincuentes.
“Al militar que se incorpore a la delincuencia organizada, utilice la fuerza, embarcación, aeronave, o cualquier otro bien o recurso humano que tenga bajo su cargo o mando a favor de cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa; proporcione a cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa, protección o facilidades en la plaza o puesto confiado a su cargo; así como adiestramiento, capacitación o conocimientos militares”, se lee en la descripción sobre qué se considera traición.
En México, el caso más reconocido de traición a la Fuerzas Armadas Mexicanas ocurrió en la década de 1990, cuando un grupo de exmilitares que eran guardias de miembros del Cártel del Golfo creó el cártel de Los Zetas, organización más violenta del país, dedicada al tráfico de drogas, extorsión y secuestro.
Asimismo, la Fuerzas Armadas consideran traición cuando un uniformado falsifique o altere documentos que contengan información relativa a las operaciones de las diferentes instituciones que la conforman o omita proporcionar a sus superiores sobre las operaciones y hagan uso de la información para beneficio de organizaciones criminales.
“No ejecute una orden del servicio o la modifique de propia autoridad, en ambos casos, para favorecer a cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa; Falsifique o altere un documento o instrumento que contenga información relativa a las operaciones de las Fuerzas Armadas o autoridad competente en contra de cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa, o a sabiendas de que se trata de documentos o instrumentos falsificados o alterados, haga uso de ellos; proporcione a sus superiores información diferente a la que conozca acerca de las actividades que esté desarrollando en las Fuerzas Armadas en contra de cualquier miembro de la delincuencia organizada o asociación delictuosa, u omita proporcionar los datos que tenga sobre dichas actividades, así como de los proyectos o movimientos de éstos”.
Los militares que incurran en alguna de las anteriores irregularidades ante su servicio, tendrán que enfrentar un condena de hasta cinco años de prisión, según el Artículo 205, del Código de Justicia Militar, publicado en 2018 con su última reforma.