Mientras Benito se adapta a su nueva manada en el parque Africam Safari, el dueño del Zoológico de Chihuahua, Alberto Hernández, criticó la decisión de trasladar a la jirafa hasta Puebla y lamentó que el 90% de los niños de aquella entidad norteña hayan perdido la oportunidad de conocer uno de estos ejemplares originarios de África.
Además, Hernández consideró que la salida del mamífero del Parque Central de Ciudad Juárez debido a las altas temperaturas fue precipitada, pues la jirafa se pudo aclimatar y puso como ejemplo el caso de Modesto, la anterior jirafa que habitó ese espacio.
Fueron precisamente las malas condiciones del parque en la ciudad fronteriza lo que llevó a diversas organizaciones y miles de personas a impulsar una campaña para salvar a Benito, pues el mamífero contaba con muy poco resguardo frente a las condiciones extremas de calor y frío que suelen presentarse en la región.
No obstante, Alberto Hernández apuntó que en el zoológico chihuahuense cuentan con diversas áreas en las cuales Benito pudo ser reubicado, sin la necesidad de sufrir un viaje tan largo hasta el centro del país.
Sobre el debate alrededor de este animal que rápidamente se ganó el cariño de millones de personas en todo México, sostuvo que a los especialistas en vida silvestre de la capital de Chihuahua no se les consultó sobre la situación del espécimen de cuatro años de edad y por lo tanto no tuvieron oportunidad de emitir alguna recomendación.
Aún cuando a Benito se le percibe en buen estado físico y anímico en territorio poblano, Alberto Hernández consideró que no se tuvo ninguna consideración a la opinión de la Asociación de Zoológicos y Acuarios de la República Mexicana (AZCARM), misma que no autorizó el viaje de más de 30 horas hasta Puebla.
Derivado de las denuncias del colectivo “Salvemos a Benito”, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se vio obligada a intervenir, y luego de acudir a una inspección para verificar las condiciones bajo las que vivía la jirafa, decidió emitir una multa de un millón y medio de pesos al Parque Central de Ciudad Juárez.
Aunque en un principio la Profepa no autorizó la salida de este espécimen, la presión de los manifestantes obligó a las autoridades a dar luz verde para su traslado al parque Africam Safari, donde el espacio habitable es mucho mayor, además de la posibilidad de integrarse a una manada de otras siete jirafas.
En medio de estas declaraciones que han revivido el debate en Chihuahua sobre las condiciones en que vivía anteriormente Benito, el propietario del dueño consideró que la principal pérdida es para los niños chihuahuenses al perder la oportunidad de mirar de cerca este atractivo natural.
Ajeno a este debate, Benito llegó la semana pasada al santuario ubicado en Puebla luego de un viaje de más de 30 horas a bordo de un contenedor especial.
Los primeros días de su nueva estancia estuvieron dedicados a examinar su estado físico y asegurarse de que había superado la infección de parásitos que adquirió en el Parque Central de la ciudad fronteriza.
Luego de habituarse por unos días a sus nuevos cuidadores y régimen alimenticio, Benito pudo salir a explorar por primera vez el viernes 27 de enero, donde pudo convivir con avestruces y dromedarios.
Fue hasta el sábado 28 de enero cuando a temprana hora Benito pudo conocer a su nueva familia, compuesta por tres jirafas hembras y tres machos adultos, además de una cría. Pese a las expectativas sobre un posible rechazo al nuevo integrante de la manada, sorpresivamente el grupo reaccionó de forma positiva a la presencia de Benito, quien pudo compartir con sus compañeras un pastel de frutas.