Este 28 de enero la Plaza de toros México volvió a vivir otro domingo de tauromaquia, veinte meses después de su última corrida.
La plaza más grande del mundo volvió a ser escenario de la “fiesta brava”, luego de que desde hace casi dos años se suspendiera toda actividad gracias a las protestas encabezadas por asociaciones animalistas y grupos defensores de los derechos animales.
Fue en junio de 2022 cuando un amparo promovido por la asociación civil Justicia Justa logró detener la operación del recinto al visibilizar que el trato “degradante” a los toros viola el derecho a un medio ambiente sano.
Este amparo apoyado por organizaciones defensoras de los animales por décadas, llevó a un juez federal a prohibir de manera definitiva los festejos taurinos de la capital.
Cinco meses después, la Monumental de México anunció la cancelación de la temporada grande 2022-2023 y aseguró que “no descansarían” hasta lograr un resultado favorable para la tauromaquia.
Ahora, Mario Zulaica, gerente de la México, expresó en conferencia de prensa que nunca dejaron de trabajar y de “utilizar todos sus recursos legales disponibles para revertir la suspensión que nos fue concedida en mayo del 2022″, pero fue en diciembre con la “resolución pública de la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se pueden reanudar los festejos taurinos el día de hoy”.
En el marco del regreso de la fiesta brava a la Ciudad de México, se realizó una protesta pacífica en contra de la tauromaquia.
Distintos grupos se dieron cita en la Glorieta de Insurgentes, desde donde con pancartas de “asesinos” y “matar no es cultura” marcharon a lo largo de la Avenida Insurgentes hasta la Plaza de Toros México.
Alrededor de 200 personas avanzaron hasta el Eje 6 entre cánticos contra los ministros, los toreros y más, y cerraron la vialidad para hacer una representación de lo que llamaron “acto de asesinato” con una mujer “ensangrentada” con una máscara de toro.
Entre reportes de que la manifestación se tornó un tanto tensa cuando los asistentes a la corrida donde se presentaron los toreros Joselito Adame, Diego Silveti y Roca Rey, salieron de la Monumental, algunas figuras del medio del espectáculo han mostrado su repudio a la tauromaquia.
Fue Yeri Mua quien en sus redes sociales mostró su furia al enterarse del regreso de las corridas de toros. La cantante de reggaetón e influencer escribió “En lo que intentaba dormir encontré que regresarán las pinches nacas asquerosas corridas de toros”.
“Tenemos que hacer algo nmms”, escribió en una siguiente imagen.
Al paso de los años, muchas otras figuras han mostrado públicamente su rechazo a la que es considerada “tradición y deporte” por algunos, y “masacre sanguinaria, por otros”.
Kate del Castillo ha mostrado su apoyo a la causa animalista en distintas ocasiones, incluso le envió una carta al presidente del Congreso de Coahuila, en la que le pidió prohibiera las corridas de toros. La prohibición fue finalmente aprobada.
En 2021, el actor Eugenio Derbez llamó por Twitter a los legisladores a votar para la prohibición de dicha práctica.
“Ese tipo de tradiciones son inhumanas, son absuras, por eso también desapareció el circo romano...Hay muchas otras formas de divertirse sin tener que lastimar a un ser vivo”, escribió el productor de cine.
Dulce María también se unió a los esfuerzos antiaurinos y así lo compartió la RBD: “Como mexicana te lo digo, hay tradiciones hermosísimas que vale la pena fomentar y que trasciendan de generación en generación, pero hay cosas que creo, como seres humanos, vamos evolucionando en la consciencia”.
Alaska, cantante hispanomexicana incluso posó desnuda para una campaña destinada a atraer la atención sobre la crueldad en el ambiente taurino.
“Crecí en México asistiendo a corridas de todos, viendo a los toros antes y después e incluso entonces me pareció inaceptable. Los toreros asumen el riesgo y lo consienten, pero hay un animal que no pidió estar allí”.
Sofía Sisniega, Sherlyn, María Celeste Arrarás, Marco Antonio Regil y Michelle Renaud son otras figuras latinas que han mostrado su total rechazo a la polémica fiesta brava que aún tiene lugar en países como Colombia, Francia, Portugal, Ecuador, Venezuela, y, por supuesto, España y México.