Si bien como placer ocasional comer salchichas no va a matarte, pero cotidianizar su consumo puede acarrear efectos negativos para tu cuerpo.
La cantidad y calidad de la carne, el alto contenido de sal, la presencia de nitratos y nitritos, y la cantidad de féculas y almidones presentes en el producto, es lo que pone en tela de juicio la calidad y valor nutricional de las salchichas.
Nula aportación
Son una carne procesada con un aporte nutricional muy pobre, suelen incluir colágeno comestible procedente de cartílagos, tendones y nervios de la carne, múltiples aditivos (acidulantes, colorantes, potenciadores del sabor, edulcorantes, aromatizantes, humectantes, espesantes, emulsificantes, entre otros) y contaminación cruzada, por lo que su aporte proteico es mucho menor al de la carne de cerdo.
Consecuencias de su consumo
- Aumenta el riesgo de padecer enfermedades. Quienes consumen una mayor cantidad de carne procesada con regularidad corren un mayor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y cáncer.
La causa principal obedece a la presencia de sustancias cancerígenas como las nitrosaminas en el procesamiento de la carne que vinculan la carne procesada con hipertensión, EPOC, cáncer de estómago e intestino o enfermedades cardíacas.
- Aportan proteínas, pero no de la mejor calidad. Cada 100 gramos de salchicha incluyen entre 10 y 20 gramos de proteína, pero no siempre es una proteína magra como la del pollo o el pescado, por ejemplo: Un hotdog puede llevar hasta 29 gramos de grasa por cada 11 de proteína.
Al freírla en grandes cantidades de aceite su contenido calórico aumenta: también la presencia de acrilamidas cancerígenas, sustancias que se forman en algunos alimentos cuando se cocinan a más de 170 grados.
- Retención de líquidos y modifica la presión arterial. La mayoría de los productos son increíblemente altos en sodio (sal), un exceso que puede provocar hinchazón, pesadez y retención de líquidos, puede tener 9 veces más sodio que una pechuga de pollo; una dieta alta en sodio puede aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares y enfermedades cardíacas.
- Colesterol alto. Una salchicha industrial promedio, que generalmente es de carne de cerdo picada, carne de res o una combinación de ambas, aunque también hay variantes de pavo o pollo, puede tener 13 gramos de grasa saturada, el límite exacto de grasas saturadas que alguien debe consumir siguiendo una dieta de 2000 calorías.
Consumir demasiadas salchichas disparan estos niveles y te hacen engordar, generando exceso de grasa abdominal.
- Daños al corazón y cerebro. El consumo de carnes procesadas está asociado con mayor riesgo de muerte, una investigación realizada por la Universidad de Zúrich, apunta a que existe un 46% más riesgo de sufrir eventos cardiovasculares y 51% más de amenaza de muerte prematura para las personas que ingieren al menos 150 gramos semanales de carnes procesadas; lo equivalente a un par de salchichas semanales.
Ventana de oportunidad
Al ser las salchichas un producto de fácil elaboración, la industria alimenticia tiene la oportunidad de incursionar en mejoras que incrementen su valor y calidad nutricional. Es necesaria la reducción de sal, aditivos y sustitución de grasas conforme a las nuevas tendencias del consumidor.
Las innovaciones referentes a su elaboración y comercialización deben concentrarse principalmente en la incorporación de nuevos ingredientes y procesos de producción, sin que ello comprometa a la salud humana.