Los mexicas tenían una saludable y variada alimentación que los mantenía sanos y fuertes para poder realizar todas las complicadas y pesadas tareas que debían realizar diariamente. Si bien con la llegada de los españoles nuestra gastronomía cambio en gran medida, lo cierto es que conservó muchos de los ingredientes que originalmente la conservaban.
Algunos de ellos son el chile, el jitomate, el nopal y hierbas como los quelites, el epazote, los huazontles entre otros, además de cereales como el amaranto, todos estos llenos de nutrientes y algunos de ellos considerados incluso como superalimentos.
Sin embargo, a pesar de que muchos se conservaron hubo algunos otros cuya tradición de consumo se perdió con el tiempo y que, sin embargo, seria importante recuperar debido a su alto nivel nutricional, tal es el caso de los insectos.
Y es que si bien en algunos lugares aún se puede ver a la venta chapulines fritos como botana con sal, chile y limón, lo cierto es que estos son vistos como una botana poco tradicional mientras que en el pasado se trataba de un alimento de consumo cotidiano, además de que tener mucha más variedad, pues no eran solo chapulines lo que se consumía, sino muchos otros diferentes insectos. Aquí te contamos acerca de ellos.
¿Cómo puedo consumir estos insectos e incluirlos a mi dieta?
El consumo de insectos es conocido como entomofagia y aporta a la dieta principalmente proteínas, aquí te decimos cuáles eran los que solía consumir los mexicas, muchos de los cuáles ya son difíciles de conseguir.
Acociles
Se trata de pequeños camarones endémicos de los lagos y ríos de México que se consumen como botana tradicional.
Generalmente se pueden encontrar fritos en canastas dentro de mercados municipales y suelen ser un tentempié de media mañana que se baña con jugo de limón y salsa picante, aunque también pueden ser parte de un platillo tradicional.
Ahuautle
Por su escasez, es también conocido como el caviar mexicano, el cual proviene de los huevos de insectos acuáticos, principalmente de los axayácatl (larvas de la mosca acuática del género Ephydridae).
Esta hueva puede costar hasta $400 pesos el kilo y se tiene que anticipar el pedido por algunas semanas. En la Ciudad de México aún se puede encontrar en mercados como La Merced y San Juan de Letrán.
Gusano de maguey
El gusano blanco de maguey es la larva de una mariposa, que crece en las hojas, pencas y raíces del maguey. Es blanco, excepto la cabeza y las extremidades pardas y suele consumirse frito.
Escamoles
Los escamoles, una exquisitez de la cocina prehispánica, derivan su nombre del vocablo náhuatl “azcatl”, que se traduce como hormiga, y “molli”, que se interpreta como guiso.
Este tradicional plato goza de popularidad en la zona central de México y se elabora a partir de larvas de hormiga. La recolección de estos huevecillos se realiza entre los meses de marzo y mayo, marcando su disponibilidad y consumo en esta específica temporada del año.
Chicatanas
Se trata de un tipo de hormiga que se recolecta en el estado de Oaxaca únicamente durante una corta temporada, por eso y debido a su escases se trata de un manjar costoso cuyo kilo puede valer hasta 6 mil 200 pesos. Suelen consumirse fritas o cocinas al comal con salsa.
Jumiles
Estos insectos son originarios del pueblo de Taxco y suelen consumirse en forma de salsa, fritos como botana o en tacos con salsa y alimentos complementarios como frijoles y arroz.
En la actualidad varios son difíciles de conseguir debido a que los insecticidas y otros factores han disminuido sus poblaciones.