Este era el nombre falso que usaba Ramón Arellano Félix y por el que fue imposible reconocer su cuerpo

Un mes tardaron las autoridades en confirmar la muerte de Ramón Arellano Félix, hasta que un altar en casa de Benjamín confirmó que su hermano había sido abatido en Mazatlán, Sinaloa

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Ramón Arellano fue captado por las cámaras de un programa en EEUU. (TikTok/@elmasbelico_)
Ramón Arellano fue captado por las cámaras de un programa en EEUU. (TikTok/@elmasbelico_)

Cuando el cuerpo de Ramón Arellano Félix cayó sobre una banqueta de Mazatlán, Sinaloa, muchos sabían que se trataba de un integrante del narco -la pistola a centímetros de su mano lo sugería-, pero su cabeza rapada y una identificación falsa provocaron que las autoridades tardaran un mes en confirmar su identidad.

Cuando las autoridades de Sinaloa llegaron al lugar donde un Policía Ministerial de Mazatlán terminó con la vida de Ramón encontraron su credencial que lo acreditaba como agente de la Procuraduría General de la República (PGR), pero bajo el nombre de Jorge Pérez López.

La credencial encontrada en el short de Ramón Arellano Félix tenía una fotografía que coincidía con las imágenes difundidas por la DEA y el FBI del violento narco mexicano, pero no era suficiente para concluir de manera contundente de que se trataba de uno de los líderes del Cártel de Tijuana.

Una complicación más hizo dudar a todos: en las fotografías que se conocían de Ramón siempre aparecía presumiendo una larga cabellera lacia sobre sus hombros; sin embargo, el cuerpo era coronado por una cabeza totalmente rapada.

Así fue el asesinato de Ramón Arellano Félix (Infobae)
Así fue el asesinato de Ramón Arellano Félix (Infobae)

El altar y el ADN de Ramón Arellano Felix

Para confirmar que el sicario abatido la tarde del 10 de febrero de 2002 en Mazatlán era Ramón Arellano Félix era necesario realizarle una prueba de ADN al cuerpo, por lo que recurrieron a Francisco Rafael -su hermano- detenido en ese momento en el penal de La Palma, pero éste se negó.

Las investigaciones continuaron mientras los medios locales, estatales e internacionales especulaban que Jorge Pérez López era en realidad el narco que junto a su familia dominaron Tijuana durante las décadas de 1980 y 1990; unos publicaron que habían indicios fuertes, otros lo dieron por hecho sin pruebas fehacientes. Pero fue un mes después cuando todo quedó claro.

A principios de marzo de 2002 el Ejército Mexicano rastreó a uno de los hombres cercanos de Benjamín Arellano Félix hasta una de sus casas en el estado de Puebla: ahí estaba con su esposa y sus hijos -sin seguridad- cuando lo arrestaron.

Benjamín no pudo poner resistencia así que los militares le permitieron cambiarse de ropa antes de llevarlo ante la justicia; pero mientras esperaban notaron que en una mesa se encontraba un altar con la foto de Ramón Arellano Félix, más tarde, su hermano confirmó que el sicario abatido en Mazatlán era él.

Figura de Ramón Arellano Félix. (Narco Toyz)
Figura de Ramón Arellano Félix. (Narco Toyz)

Quién mató a Ramón Arellano Félix

Se cuenta que Ismael El Mayo Zambada le tendió una trampa a Ramón -quien intentó matarlo en más de una ocasión-; el Arellano Félix picó el anzuelo y se lanzó al Carnaval de Mazatlán para, de una vez por todas, terminar con la guerra que tenían con el Cártel de Sinaloa.

Pero alebrestado como era Ramón se enfrascó en una discusión con un policía que lo detuvo; le disparó y el oficial respondió a la agresión matando a Jorge Pérez López y a Héctor Solórzano.

Se rumoró que un cártel enemigo (Sinaloa) lo había asesinado, pero de ser así habrían presumido la hazaña, cosa que no pasó y que la tardanza para reconocer el cuerpo confirmó.

Al final de ese 10 de febrero una carroza de la Funeraria Calderón se llevó el cuerpo de Ramón Arellano Félix, no sus hombres como suele suceder en esos casos. Nunca se deja el cuerpo abatido del jefe, ese era el código que no se cumplió.

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