La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) dio a conocer las primeras investigaciones de la agresión que sufrió el convoy donde viajaba el titular del organismo autónomo, José Luis Cervantes Martínez, la tarde del 25 de enero sobre la carretera México-Toluca, a la altura del municipio de Ocoyoacac.
La Fiscalía del Edomex precisó que el convoy, compuesto por dos camionetas, en las cuales viajaban Cervantes Martínez y siete elementos de seguridad, así como una motocicleta tripulada por dos elementos de reaacción, fueron “objetos de una agresión” cuando se dirigían a la Ciudad de México, luego de una camioneta tuvo compartmientos extraños.
El Ministerio Público local mencionó que como parte de las primeras entrevistas realizadas a los integrantes de los escoltas del fiscal, se pudo determinar que la camioneta, de color mate, vidrios polarizados y placas del Estado de México, comenzó a realizar un “seguimiento cercano y continuo en el mismo carril del convoy oficial”.
Según las autoridades, este vehículo era conducido por Julio César “N” y comenzó a seguir al convoy oficial desde el municipio de Ocoyoacac hasta la bifurcación de las casetas de cobro hacia la Ciudad de México y La Venta-Naucalpan.
En este tramo carretero, “el vehículo escolta que circulaba entre la camioneta del Fiscal General y la motocicleta, fue objeto de acercamientos peligrosos” por parte de la camioneta del agresor.
Por esta razón, los elementos de seguridad del fiscal le adivirtieron de manera verbal y física que “desistiera de su conducta de riesgo”. Sin embargo, Julio César “N” trató de impactar el vehículo oficial de manera lateral para que se impactara con la valla de seguridad.
La autoridad ministerial abundó que las acciones del agresor se hicieron justo cuando la camioneta “transitaban sobre un puente vehicular de considerable altura, comprometiendo de esta manera la vida o la integridad física de sus tripulantes”.
Los escoltas le mostraron a Julio César su armamento para tratar, nuevamente, de disuadirlo; sin embargo, el agresor con su camioneta impactó de manera violenta y en “reiteradas ocasiones” a la unidad oficial.
Por ello, “el artillero del binomio que tripulaba la motocicleta, detonó su arma de cargo en contra de los neumáticos del vehículo agresor, a fin de inhabilitarlo. La agresión no cesó, sino que se intensificó”.
En tanto, los escoltas del fiscal observaron un arma de fuego que tenía el agresor, por lo que los elementos de seguridad dispararon al motor del vehículo. Un convoy oficial interceptó al agresor más adelante.
Julio César se negó a descender del vehículo, por lo que los agentes accionaron sus armas a llantas y al motor del vehículo para que el agresor no escapara.
Tras la detención del agresor, que resultó ileso, los elementos de seguridad encontraron “un arma de fuego de tipo fusil con cargador abastecido con tres cartuchos útiles y tres casquillos percutidos, todos de calibre 7.62 x 39″.
Se localizó una “chamarra táctica, una cangurera color verde que en su interior contenía bolsas con presuntos narcóticos, diversas credenciales entre las que se identificaron algunas aparentemente apócrifas con logotipos oficiales, una manopla de metal tipo boxer, una botella de vidrio conteniendo bebida alcohólica, un arma corto contundente con filo de metal y mango de plástico negro, así como artículos diversos presuntamente relacionados con prácticas rituales.
Las autoridades mexiquenses mencionaron que el vehículo oficial presentó tres impactos de bala, mientras que la camioneta del agresor fueron contados 31 orificios de arma de fuego.
Por estos hechos, un escolta resultó lesionado en la ingle, mismo que fue dado de alta la mañana de este 26 de enero.
“La ponderación inicial de los datos de prueba con los que se cuenta hasta este momento, no permiten establecer que la conducta desplegada por el agresor fue una acción consciente o dirigida en contra del FGJEM”, se lee en el comunicado de las autoridades.