Cuál es el alimento que comían los mexicas que es tan saludable que podría nutrir humanos en Marte

Uno de los principales atractivos que tiene México para ofrecerle al mundo entero es su gastronomía. La comida mexicana es consumida en todo el planeta pero sólo aquí conserva su autenticidad y los sabores que la han coronado como patrimonio inmaterial de la humanidad.

Y es que la gastronomía nacional, que es tan venerada por expertos culinarios no sólo por su capacidad de enamorar al paladar, es el resultado del sincretismo que aconteció después de que los españoles llegaran al país en 1521 y la Gran Tenochtitlán se convirtiera en Nueva España.

Los sabores empezaron a fusionarse, pero la realidad es que, gran parte de los ingredientes que hoy todavía forman parte de los principales platillos mexicanos, son de origen prehispánico y ya eran consumidos por las civilizaciones más importantes como los mexicas.

En las mesas de los mexicanos continúan estos alimentos que, además, son ricos en propiedades saludables que ayudan a los seres humanos a prevenir enfermedades o nutrirse de forma adecuada. De hecho, hay un alimento que comían los mexicas que es tan saludable que la NASA ha evaluado su utilización para alimentar astronautas e incluso, buscar cultivarse en Marte para cuando sea necesario.

La ciudad principal de los mexicas era la Gran Tenochtitlán, y como bien sabemos, estaba rodeada por el imponente Lago de Texcoco. Por esta razón, los antiguos mexicanos basaban gran parte de su alimentación en la comida que les proveía el agua.

Desde peces hasta el conocido caviar mexicano, los alimentos lacustres eran variados y todos tenían propiedades nutrimentales que demuestran que, en efecto, el habitante promedio de este país gozaba de muy buena salud antes de que llegara Hernán Cortés en 1519.

Uno de estos alimentos es la espirulina, una cianobacteria que los mexicas recolectaban del lago y que pasaba a formar parte de su dieta básica gracias a sus proteínas y su gran aporte nutrimental. Gracias a que el agua de aquel lugar estaba equilibrada en cuanto a su salinidad y alcalinidad, este alimento brotaba con abundancia.

Actualmente, la espirulina podría considerarse un superalimento, pero en aquellos entonces, llevaba el nombre de “tecuitlatl”, que en español significa “excremento de roca”. Los habitantes de la Gran Tenochtitlán la consumían con frijoles, maíz, chile, mole, tortillas y en un sin fin de preparaciones. Se comía, sobre todo, cuando se necesitaba de energía para hacer largos viajes.

La espirulina es un tipo de cianobacteria, conocida también como alga azul-verde, que se utiliza como suplemento alimenticio debido a su alto contenido nutricional. Es rica en proteínas, vitaminas (especialmente B12), minerales, ácidos grasos esenciales, clorofila y antioxidantes.

A menudo promocionada como un superalimento, la espirulina se consume comúnmente en polvo o en tabletas o en tabletas. Se le atribuyen diversos beneficios para la salud, como mejorar el sistema inmunológico, reducir la fatiga, y ayudar en la prevención de enfermedades gracias a sus propiedades antioxidantes.

Su producción es sostenible, ya que requiere menos agua y recursos que otros cultivos de proteínas, y puede realizarse en terrenos no adecuados para la agricultura convencional. Por estas razones, la espirulina es considerada por muchos como un complemento de valor en dietas humanas y como una posible solución a problemas nutricionales globales.

A pesar de sus beneficios potenciales, es importante que las personas asesoren su consumo con profesionales de la salud, ya que la espirulina puede interactuar con ciertos medicamentos o no ser adecuada para todos los individuos.