En lo que representa un nuevo golpe contra la Fiscalía General de la República (FGR), las investigaciones por el caso ‘Rápido y Furioso’ parecen desvanecerse debido a que una jueza le concedió auto de formal libertad a Luis Cárdenas Palomino, mano derecha de Genaro García Luna al frente de la Secretaría de Seguridad Pública.
Karina Almada Rábago, adscrita al juzgado Noveno de Distrito en Sonora, consideró que no existen evidencias suficientes para continuar el proceso en contra de Cárdenas Palomino por su probable participación en el operativo con el que más de dos mil armas llegaron a las manos de grupos criminales en México.
Parte de la resolución judicial, compartida por Reforma y La Lista, explica que a pesar de los documentos y testimonios presentados por la FGR, no se advierten indicios que apunten “de manera unívoca y objetiva la probabilidad de que durante su gestión como Coordinador de Inteligencia para la Prevención del Delito o como Titular de la División de Seguridad Regional [...] conocía la existencia del operativo”.
En este mismo sentido, Almada emitió el auto de libertad “por falta de elementos” para procesarlo por los delitos de “omisión de impedir la introducción al territorio nacional, en forma clandestina, de armas, municiones, cartuchos, explosivos y materiales de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea o sujetos a control”.
Cárdenas Palomino es el segundo funcionario de alto perfil que logra evadir un proceso penal por el caso ‘Rápido y Furioso’, pues el excomisionado de la Policía Federal, Facundo Rosas, obtuvo una revocación a su formal prisión en julio de 2022.
Luego de la resolución de la jueza Almada Rábago, el único mando policiaco con una orden de aprehensión vigente por este fallido operativo es Genaro García Luna, actualmente recluido en Nueva York en espera de recibir condena por delitos vinculados al narcotráfico.
¿Cárdenas Palomino saldrá de prisión?
Conviene mencionar que, a pesar de la reciente decisión en favor de Cárdenas Palomino, el extitular de Seguridad Regional seguirá preso en el Penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, debido a que enfrenta un proceso por el delito de tortura debido a actos aparentemente cometidos contra cuatro personas.
Según las investigaciones, en abril de 2012 Cárdenas Palomino autorizó que un grupo de policías ejercieran violencia física y psicológica contra Mario Vallarta Cisneros, Sergio Cortez Vallarta y los hermanos Eduardo y Ricardo Estrada Granados para obtener confesiones que los ligaran con la banda de secuestradores de Los Zodiaco.