La familia González Peñuelas ha sido identificada por las autoridades estadounidenses de traficar diferentes tipos de drogas a la Unión Americana, entre ellas, el fentanilo, situación que “alimenta la epidemia” del opioide sintético en ese país.
El pasado 17 de enero, el Departamento de Estado de los Estados Unidos reiteró la oferta de recompensa de hasta 5 millones de dólares por información útil que conduzca al arresto de Jesús González Peñuelas, alias Chuy González, líder de la “organización independiente de distribución y producción de metanfetamina, marihuana, heroína y cocaína”.
Según las autoridades norteamericanas, Chuy González es jefe de este cártel desde 2007, organización criminal donde también operan sus dos hermanos.
Si bien esta estructura criminal es considerada como la principal distribuidora de heroína desde hace más de una década en el oeste de los EEUU, justo cuando Colorado tuvo un incremento de muertes por sobredosis de esta droga, las autoridades norteamericanas apuntan que la familia González Peñuelas también realiza tráfico de fentanilo.
Este señalamiento y considerando que operan en el norte de Sinaloa los convierte en un rival directo de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán del Cártel del Pacífico, quienes fueron acusados de ser los principales traficantes del opioide sintético a la Unión Americana en abril del 2023.
Las autoridades de EEUU señalan al Cártel de Sinaloa de controlar y traficar toneladas de fentanilo, heroína y metanfetamina al vecino país; por lo que los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar junto con sus hermanastros Ovidio y Joaquín Guzmán López fueron imputados por cargos federales de tráfico de drogas en los Tribunales de los Distritos de Illinois, California y Columbia. En tanto, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York imputó cargos iniciales contra tres de los cuatro Los Chapitos.
Sin embargo, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro de los EEUU, informó el 12 de mayo del 2021 que la familia González Peñuelas se encargaba de transportar y vender la droga conocida en las calles como M-30, que básicamente son pastillas de fentanilo que hacen pasar como píldoras de oxicodona de colores en su versión de 30 mg, aunque también se pueden parecerse a las de hidrocodona, alprazolam, Adderall, entre otras.
Este tipo de pastillas generalmente son de color azul y una de sus caras tienen grabada letra “M”, mientras que del otro tiene el número “30″, todo ello con la intención de que la sustancia pase desapercibida para las autoridades, aunque esta no es la única presentación pues también se han identificado con nombres como K9, 215 y v48.
Esta forma de traficar fentanilo podría ser una de las principales diferencias de hacer el trasiego con Los Chapitos, quienes desde el año pasado anunciaron con narcomantas que se salían del negocio del opioide sintético ante la presión y asedio del gobierno estadounidense.
La familia González Peñuelas opera principalmente en el norte de Sinaloa, donde operan otros grupos rivales de Los Chapitos, como Isidro Meza Flores, alias El Chapo Isidro, actual líder de Los Beltrán Leyva que tiene su base de operaciones en Guasave, Sinaloa; así como Rafael Caro Quintero, ex líder y fundador del Cártel de Caborca que opera en Sonora.
La OFAC también ubicó a socios de Chuy González, como sus hermanos Ignacio y Wilfrido González Peñuelas, quienes sería los segundos al mando de la organización.
“Ignacio González se desempeña como lugarteniente principal de la organización al supervisar la seguridad de los envíos de narcóticos. En 2018, la Fiscalía Federal para el Distrito de Colorado lo acusó de múltiples delitos de tráfico de drogas”, detalla el comunicado del Departamento del Tesoro.
En tanto, Wilfrido está involucrado en el tráfico de heroína y opio “operando en tiendas a pie de calle” en Sonora y Sinaloa.
Las autoridades norteamericanas identificaron a otras cinco personas vinculadas a la organización González Peñuelas, así como a una empresa ubicada en Guasave, Sinaloa, que estaría manejada por uno de ellos. Se trata de la constructora City Plaza, sociedad anónima de capital variable que controla Efraín Mandívil Figueroa.