Antes de terminar su sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende dejar listo el proyecto del tren de pasajeros México-Querétaro, por lo que ya estableció pláticas con el gobernador Mauricio Kuri y la empresa Kansas City que actualmente tiene la concesión para el transporte de carga.
“Vamos a hablar de la posibilidad de un tren, que lo estoy tratando con el gobernador, un tren de pasajeros de la Ciudad de México a Querétaro”, señaló el mandatario este 22 de enero en su conferencia mañanera.
En 2012, Enrique Peña Nieto anunció que durante su administración se construiría un tren de alta velocidad para conectar la CDMX con el Bajío. Ese nuevo medio de transporte compartiría, en un tramo, las vías con el Tren Suburbano México-Cuautitlán Izcalli.
En 2024 se anunció como ganadora de la licitación a la compañía China Railway Construction Corporation, sin embargo, en 2015 el proyecto fue suspendido por supuestas anomalías.
Nueve años después, López Obrador busca dejar listas las concesiones para trenes de pasajeros en todo el país, incluyendo al “Constitucionalista”, sobrenombre que se le dio hace unas décadas a esta ruta.
“Yo antes de terminar voy a dejar las concesiones para los trenes de pasajeros y va a incluir Querétaro”, dijo López Obrador, quien esta misma semana tendrá una reunión con ejecutivos de la empresa ferroviaria, en la cual se espera que le hagan una propuesta formal para desarrollar el proyecto.
El Ejecutivo federal especificó que se tratará de un tren eléctrico: “Va a significar una inversión para mejorar las vías, electrificarlas para que no se contamine”.
Cómo era el proyecto original en el sexenio de Enrique Peña Nieto
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tenía previsto que la longitud de la doble vía electrificada sería de unos 210 kilómetros y el recorrido entre ambas ciudades tomaría alrededor de 59 minutos.
Para lograr esa meta de tiempo, la propuesta era adquirir trenes con capacidad para correr entre 300 y 350 kilómetros por hora, aunque el promedio de velocidad en la operación sería de 180 km/h.
Según la administración de Peña Nieto, esta obra tardaría alrededor de cuatro años y el objetivo era “utilizar y modernizar la infraestructura existente y construir nuevas vías que permitan crear un potente Sistema Ferroviario Mexicano de pasajeros”.
El “Tren de alta velocidad México-Querétaro” consiste en una vía doble de uso compartido hasta Huehuetoca con el Tren Suburbano.
Según los documentos oficiales, el resto del trazado será una nueva vía doble donde en algunos tramos irá paralela a las vías actuales de carga aprovechando de esta manera el derecho de vía actual.
La velocidad promedio del trayecto está estimada en 200 km/h, con una longitud de 210 km, dividido en 10 tramos con base en el mayor grado de aprovechamiento del derecho de vía de la línea Juárez-Morelos y con la selección de los mejores criterios de actuación para cada tramo.
Según los estudios que se ejecutaron entre 2012 y 2014, la zona de desarrollo del proyecto se encuentra en su mayoría sobre superficie plana y lomerío, lo que favorece a este tipo de proyectos por el menor movimiento de tierras.
La terminal en Ciudad de México sería la terminal de Buenavista, donde existen tres carriles reservados para el Tren México-Querétaro. Por lo tanto se puede esperar que tenga características similares al Tren Suburbano.
La intención del gobierno era que la obra se desarrollara con recursos públicos, sin embargo, López Obrador ha planteado que sean las compañías privadas se integren al proyecto para reactivar el transporte de pasajeros en los casi 18 mil kilómetros de vías que existen en todo el país.