Derivado del asesinato del joven Brandon Arellano en Lerdo de Tejada, Veracruz, un juez de control ordenó que los cuatro policías municipales aparentemente involucrados permanecieran por dos años en prisión preventiva justificada.
A través de un comunicado, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que los agentes César “N”, José Manuel “N”, Óscar “N” y Rufino “N” fueron formalmente imputados por el delito de homicidio doloso, por lo que el juzgador impuso la medida cautelar señalada.
En el breve escrito, la corporación estatal señaló que “los ahora imputados presuntamente participaron en los hechos en los que perdiera la vida la víctima por disparo de arma de fuego”.
Dentro del proceso penal 18/2024, la Fiscalía Regional de la Zona Centro Cosamaloapan logró que el juez de control calificara como legal la detención de los uniformados, por lo que continuarán las investigaciones correspondientes.
Aunado a esto, el gobernador Cuitláhuac García anunció que la seguridad del municipio de Lerdo de Tejada estará a cargo de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y agentes de Seguridad Pública, quienes harán una revisión del armamento que posee la institución local.
Adicionalmente, el mandatario anticipó que la Coordinación para la Construcción de la Paz realizará una inspección para corroborar si el personal de la Policía Municipal cuenta con los exámenes de control y confianza.
¿Cómo fue el asesinato de Brandon Arellano?
Brandon Arellano Cruz, de 27 años, circulaba en su automóvil por las calles de la colonia Nuevo Ejidal durante la madrugada del 20 de enero. Al llegar a casa de su abuela, los policías municipales le marcaron el alto. El muchacho no se detuvo y, según la información disponible, fue en ese momento que los agentes le dispararon.
El padre de Brandon, reconocido profesor de la región, denunció que minutos antes había recibido una llamada de su hijo para advertirle que los policías lo iban siguiendo.
Mientras que los policías dieron testimonio de una bala, el padre de la víctima dijo que fueron dos los proyectiles que él encontró en el vehículo.
El homicidio desató una gran indignación entre los pobladores, quienes retuvieron a los policías, los golpearon y estuvieron a punto de lincharlos.
Como parte de esta reacción colectiva, un grupo de habitantes le prendió fuego a algunas patrullas de la Guardia Nacional, así como a las instalaciones del Palacio Municipal.
Antes de que los inconformes pudieran lincharlos, los presuntos responsables del asesinato de Brandon fueron asegurados por elementos estatales y puestos a disposición de la Fiscalía.