En el consumo de energía, la práctica ilícita de instalar “diablitos” en los medidores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se ha vuelto habitual, aunque se lucha por impedirlo. Esta práctica, dirigida a eludir costos o apropiarse indebidamente de electricidad, no solo afecta a la CFE, sino que también puede repercutir en sus habitantes.
El propósito de la instalación de “diablitos” es evadir los costos asociados al consumo de energía o, en casos más extremos, apropiarse ilícitamente de electricidad proveniente de otros hogares.
Aunque esta táctica puede parecer conveniente para quienes la emplean, implica riesgos legales y consecuencias adversas tanto para la CFE como para terceros afectados.
Un “diablito” llegó bailando
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ofrece claves para la identificación y prevención de “diablitos”.
Estas incluyen la revisión del medidor para detectar posibles modificaciones o señales de manipulación, la verificación de variaciones de voltaje en los electrodomésticos, la observación de parpadeos inusuales en los focos del hogar.
Así como la atención a situaciones donde solo un domicilio se queda sin luz y la alerta ante incrementos frecuentes en los recibos de la CFE.
La detección temprana de “diablitos” es vital para evitar que otros usuarios paguen por un consumo no autorizado. La CFE proporciona la posibilidad de comparar los recibos de meses anteriores y calcular un promedio del gasto energético por bimestre.
Ante la sospecha de “diablitos” en la instalación eléctrica, los usuarios pueden denunciar el problema a través del teléfono de la CFE, operativo las 24 horas del día durante todo el año (071).
Asimismo, se brinda apoyo en los Centros de Atención a Clientes, y existen opciones en línea a través del portal de internet de la CFE y la cuenta de Twitter: @CFEmx.
Es necesario recalcar que el uso de “diablitos” no solo es ilegal, sino también peligroso. Estos dispositivos son altamente inflamables, y una pequeña chispa puede desencadenar un incendio.
En 2019, la CFE promovió legislación que contempla penas de hasta 20 años de prisión para quienes utilicen estos dispositivos, enfatizando la gravedad de esta práctica ilícita.
La estimación de alrededor de 75,000 medidores de luz alterados es un problema constante debido a las consecuencias y peligros de su uso.