Las compras decembrinas, entre intercambios, regalos y cenas de Navidad, comidas de Año Nuevo y el Día de Reyes significan un reto para la educación financiera de los mexicanos, que en su mayoría se ven en la necesidad de recurrir a medidas desesperadas para hacer frente a la llamada cuesta de enero.
Este fenómeno, de acuerdo con distintas instituciones de la banca privada en México, se produce cada año como consecuencia de los gastos desmedidos durante el fin de año y que se intensifica debido a la inflación de cada año.
Por ejemplo, durante el mes de diciembre de 2023 se registró un incremento en el costo de productos como la cebolla, de 55.29 % mensual; del jitomate, de 29.60 %; en el nopal ¿, de 33.76 % y en el tomate verde, con aumento del 16.69 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Mientras que otros productos como la gasolina, los refrescos y los cigarros también sufrieron un aumento en su costo, aunque en este caso debido al aumento pautado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (SHCP) en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
En el caso de los refrescos, el monto que aumentó fue de 1.5086 a 1.5737 pesos por litro; para los cigarros, el aumento fue de 0.59 a 0.6166 pesos y en el caso de la gasolina fue de 5.92 pesos a 6.18 pesos por litro para este año.
¿Le pesa a los mexicanos la cuesta de enero?
De acuerdo con una encuesta realizada por México Elige y cuyos datos se presentaron el pasado 13 de enero, la mayoría de los mexicanos sí reciente la cuesta de enero.
Su ejercicio dejó ver que un 59.4 % de los mexicanos se ha visto afectado por la cuesta de enero, de los cuales un 26.4 % dijo estar muy afectado por este fenómeno financiero.
La encuesta indicó que otro 40.6 % consideró que se ha visto afectado “Poco o Nada” por la cuesta de enero.
Al ser cuestionados por el golpe que representó el aumento en los costos de la gasolina, pese a que autoridades federales descartaron que hubo un gasolinazo, un 61.8 % de la población consideró que este incremento “es malo”, dado que los vehículos se usan por necesidad.
Mientras que otro 25.4 % de la población consideró que no le afecta ni le beneficia; y otro 9.3 % afirmó que el aumento en el costo de los combustibles “es bueno”, pues servirá para usar menos el automóvil.
En cambio, consideraron que el incremento en el costo de cigarros y refrescos es benéfico, pues ello servirá para dejar el consumo de ambos productos. Esta respuesta fue de 39.6 % en el caso de los cigarros y de 43.5 % en el caso de los refrescos.
Otro 35.6 % de la población encuestada sobre el incremento en el costo de los cigarros consideró que esta medida “afectará su economía; lo mismo que el 31.6 % de quienes fueron consultados por el aumento en el costo del refresco.