El pasado julio de 2023, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de México publicó su quinto volumen de Estudios Económicos CNBV, que contiene una investigación sobre la inclusión financiera de las empresas en el país y su relación con aquellas lideradas por mujeres. Este estudio se basó en datos obtenidos a través de la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN 2021), y en él se expone la situación a la que se enfrentan las mexicanas emprendedoras.
Entre algunas de las cifras que se mencionan, está el porcentaje de acceso a financiamiento que obtienen los negocios liderados por hombres con respecto a los obtenidos por micro y pequeñas empresas de mujeres: del 38 y 40%, respectivamente, que de ellas solicitaron un financiamiento, sólo el 8 y el 11%, lograron obtenerlo, mientras que el resto de estos modelos de negocio lograron financiamientos de 15 y 24% en el mismo periodo.
De acuerdo con el mismo estudio, las principales razones por las que las mujeres no obtuvieron un financiamiento a través de la banca comercial fueron las tasas de interés demasiado altas (65%), los muchos requisitos (45%) o el mal historial de crédito (45%), entre otras razones. Asimismo, el estudio Emprendedoras en situación de Missing middle y sus opciones de financiamiento, elaborado por Pro Mujer y el FAIR Center de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, concluyó que también dificultan el acceso la falta de educación financiera y la poca flexibilidad de los requisitos. De estos datos se puede inferir que menos de la mitad de los negocios liderados por mujeres busca crecer a partir de créditos formales y recurre a otras opciones como proveedores, familiares, amigos, instituciones financieras no bancarias o crowdfundings, lo que podría generar una menor capitalización para sus negocios, mayores costos, inestabilidad en la inyección de capital y la dificultad para crear un historial de crédito.
Ahora bien, ¿por qué es relevante este sector de la economía? El mismo estudio de Pro Mujer y el FAIR Center señala que las micro y pequeñas empresas predominan en América Latina; en México representan el 95% de las empresas y emplean al 65% de la población económicamente activa. Si además consideramos que, de acuerdo con la CNBV, el 43% del total de estas empresas son lideradas por mujeres, este tema tiene especial relevancia, pues una menor participación de estas en el financiamiento formal generaría un rezago económico y un desbalance entre las oportunidades económicas que se ofrecen a las mujeres y a los hombres.
Así, la CNBV propone que para que las empresas de mujeres tengan acceso al financiamiento, primero se les integre al sector financiero, ya que se ha visto que las personas que cuentan con algún producto financiero antes de iniciar su negocio buscarán con más probabilidad obtener un financiamiento formal. En ese sentido, los resultados sugieren llevar a cabo actividades de inclusión financiera como simplificar los requisitos y flexibilizar la antigüedad mínima de las empresas para que sean sujetas de crédito, así como promover la aceptación de pagos con tarjetas y el uso de seguros empresariales.
Además, es necesario desarrollar programas o talleres de educación financiera sobre productos e instituciones en la materia, así como de temas relacionados a la planeación y administración financiera mediante el uso de presupuestos, el manejo adecuado de deudas, la cultura del ahorro, etc. Estas medidas podrían generar una mayor participación de las mujeres en el sector tanto productivo como financiero, y lograrían en general una aportación mayor en el crecimiento económico del país. El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) ha establecido que si en México más mujeres participaran en actividades económicas formales, para el 2030 el PIB podría ser 15% mayor con respecto al del 2020, por lo que es necesario realizar acciones para reducir las desigualdades de género.
* Verónica Salcedo Fierro investigadora Tec de Monterrey. La autora es profesora investigadora y líder en Región Occidente del FAIR Center for Financial Access, Inclusion and Research (FAIR Center) de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.