El domingo 2 de junio de 2024 México vivirá la jornada electoral más grande de su historia, pues más de 20 mil cargos públicos estarán en juego, siendo quizás los más destacados el de la Presidencia, Senado y Cámara de Diputados, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, las 16 alcaldías de la capital del país, y las gubernaturas de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
En teoría, la fecha aún se lee muy lejana, falta medio año para la elección, sin embargo, ya desde octubre las calles de prácticamente todo el país ya están inundadas de propaganda electoral: primero, de los aspirantes a la precandidatura por los distintos partidos políticos y, a partir de noviembre (y hasta el 18 de enero) de los precandidatos -en algunos casos únicos- que buscarán la candidatura -que ya prácticamente es de ellos desde ahora-.
Oficialmente, las campañas para todos los puestos de elección popular inician en marzo de 2024 y terminan el 29 de mayo, por lo que los primeros tres meses del año, las calles, medios audiovisuales y redes sociales deberían estar limpios de propaganda electoral; sin embargo, la experiencia nos ha enseñado que no siempre es así y que, por lo menos en las casas, postes y paredes, seguiremos viendo las caras de aquellos quieren ganarse el voto.
¿Me pueden decir algo si quito los anuncios o lonas?
Muchos ciudadanos han subido videos, principalmente en Facebook, X y TikTok, en los que se muestran molestos por la propaganda inundando las calles. En el caso específico de la Ciudad de México, varios acusaron a Santiago Taboada Cortina, alcalde con licencia de Benito Juárez, de hacer pasar sus logros de gobierno como precampaña al colocar anuncios con su rostro y repartir panfletos antes de que iniciara el proceso interno en el Frente Amplio por México (FAM) para elegir a sus precandidatos.
Aunque al final, ya no hubo encuesta y el panista resultó ungido como el único aspirante a la candidatura por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, lo que evidentemente desató la molestia de otros alcaldes que acusaron opacidad en el proceso y de no respetar las reglas que los propios dirigentes habían dado al inicio.
Los anuncios de otros alcaldes opositores que aspiraban a la precandidatura de la alianza también inundaron las calles, sobre todo en los días previos a la designación de Santiago Taboada como precandidato único. Como ejemplo, está la Cuauhtémoc, gobernada por Sandra Cuevas Nieves, de quien poco se vio su imagen pero no así la del alcalde expriista de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava Suárez, cuyos anuncios aparecieron de un día para otro en avenidas principales de la alcaldía, como Eje 2 Norte o Paseo de la Reforma.
Pero no solo vimos el rostro de los opositores incluso por las alcaldías gobernadas por Morena, sino que los propios morenistas también llenaron las calles de lonas y carteles. Durante todo octubre y principios de noviembre, era muy común que al exterior de las casas viéramos a Clara Brugada Molina y a Omar García Harfuch ‘peleándose’ por ser el ganador de la encuesta de Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Al final, el exjefe de la Policía de la Ciudad de México resultó vencedor del proceso interno del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero debido a que el Instituto Nacional Electoral (INE) ordenó postular al menos a cinco mujeres en los estados y la CDMX para procurar la paridad de género, Morena designó como precandidata única a la Jefatura de Gobierno a la dos veces alcaldesa de Iztapalapa.
Terminada la encuesta, se esperaría que ya no hubiera propaganda, pero ahí sigue la de ambos, porque de los demás contendientes -Miguel Torruco, Mariana Boy y Hugo López-Gatell- no se vio mucha. De hecho, García Harfuch incluso ya es precandidato único de Morena al Senado por la Ciudad de México y forma parte del equipo de proyecto de nación de Claudia Sheinbaum, y todavía están las lonas y anuncios con su rostro invitando a votar por él en la encuesta.
¿Qué dice la ley sobre quitar esta propaganda?
Como se mencionó al inicio, este tipo de propaganda política es engañosa porque más que informar, se dedica a publicitar la imagen de los aspirantes, señaló en un video de TikTok la activista en temas de movilidad y ahora senadora suplente de Xóchitl Gálvez Ruiz, Laura Ballesteros Mancilla, quien además explicó que dichos anuncios son ilegales porque se encuentran colocados sobre mobiliario urbano.
“Por si fuera poco, genera toneladas de basura en todo el país y obvio pagado con nuestros impuestos”, se escucha en el video. Y prosigue “y aunque la ley les indica que deben utilizar materiales biodegradables, no les importa ejercer estos actos publicitarios ilegales y ecocidas (...) Datos de ‘México sustentable’, por ejemplo, nos dicen que la basura electoral que se generó en las elecciones federales de 2018, va a tardar 80 años en descomponerse”, señala la legisladora federal en TikTok.
De acuerdo con estimaciones, se prevé que para 2024, en nuestro país se generen más de 60 toneladas de basura proveniente de la propaganda política, pues vale recordar que las votaciones serán federales y locales, en las cuales estarán en juego 20 mil 263 cargos, no por nada el INE las considera las elecciones más grandes en la historia de México.
El precandidato único de Movimiento Ciudadano a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski, ha encabezado jornadas para retirar la propaganda del mobiliario de la capital argumentando que es un acto anticipado de campaña por parte de los políticos que se han valido de este recurso para promover su imagen e incluso ha presentado denuncias ante el Instituto electoral local lo mismo.
A esta iniciativa, se han sumado otros ciudadanos ajenos a partidos políticos que también se han encargado de quitar esta ‘basura electoral’; sin embargo, surge la duda de si las personas que retiran los anuncios pueden ser sancionados por hacerlo. La respuesta se encuentra en la Ley de Publicidad Exterior de la Ciudad de México.
Esta legislación local dice que los anuncios políticos no pueden estar en ninguna formación natural -como cerros, rocas o árboles-, y tampoco en el mobiliario urbano, tal como puentes vehiculares o peatonales, desniveles, bajopuentes, camellones, muros, antenas o semáforos. Entonces, si un ciudadano común los retira, no puede ser sancionado, ya que esta ‘basura’ está considerada en la ley como ‘material abandonado’.
Además, las autoridades pueden multar a los dueños de esta publicidad con 12 mil a 15 mil UMAs arresto administrativo de 24 a 36 horas y el retiro del anuncio.
El pasado 3 de enero terminaron las precampañas en la Ciudad de México y el Instituto Electoral local (IECM) señala que para ese día ya no debería haber anuncios en las calles de los precandidatos capitalinos, sin embargo, la realidad dista mucho de lo que dice la ley; mientras que en el caso de las elecciones federales, los aspirantes a la Presidencia, el Senado y la Cámara de Diputados, tienen hasta el 18 de enero para quitarla, de acuerdo con los lineamientos del Instituto Nacional Electoral (INE).
Aunque de nuevo todos volverán al ataque en marzo, cuando comiencen oficialmente las campañas y vuelvan a colocar propaganda electoral, pero ahora como candidatos que buscan el voto de todos los ciudadanos, sin importar si son o no simpatizantes suyos o de sus partidos.