La comida mexicana es tan deliciosa que es considerada como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO desde hace ya varios años, pues forma parte de la riqueza cultural del país y ha trascendido a través del tiempo y el espacio.
Y es que la gastronomía nacional es el resultado del sincretismo que ocurrió en México hace tantos años después de la conquista de Hernán Cortés, la caída de la Gran Tenochtitlán y la llegada de Nueva España. Sin embargo, muchos de los alimentos que hoy están en nuestras mesas provienen de un México prehispánico.
En el mundo antiguo, antes de que el país cambiara para siempre en 1521, la dieta de los mexicanos estaba basada en la flora y fauna autóctona de la región. No es sorpresa que los mexicas gozaban de gran salud, y mucho tenía que ver su dieta.
Nopal, maíz y plantas como los quelites, los alimentos mexicas eran, además de deliciosos, bastante saludables y contenían nutrientes que venían bien al cuerpo de sus consumidores. Aquí te contamos sobre uno que, de hecho, era considerado como el caviar de los mexicanos y era comido por los más grandes de la élite de Tenochtitlán.
El ahuautle
El ahuautle, también conocido como “el caviar mexicano”, es un alimento que proviene de los huevos de insectos acuáticos, principalmente de los axayácatl (larvas de la mosca acuática del género Ephydridae). Este alimento ha sido parte de la dieta en la región de Mesoamérica desde tiempos prehispánicos, particularmente en la zona del Valle de México, donde se encontraba el imperio mexica.
Históricamente, el ahuautle se ha recolectado en las aguas de lagos y canales, donde estos insectos depositan sus huevos sobre la vegetación acuática. Después se deseca al sol y se puede preparar de diversas maneras, siendo una forma tradicional en tortas empanizadas y fritas.
Además de su valor culinario, el ahuautle es significativo por su alto contenido proteico y su importancia cultural, ya que es un ejemplo de la riqueza gastronómica precolombina que persiste hasta hoy en algunas regiones de México.
Así sabía este alimento de emperadores
Se dice que este delicioso platillo estaba en la mesa de los grandes emperadores de Tenochtitlán, como Moctezuma, y que lo comían durante el desayuno. Estos huevecillos son de color dorado (a menudo se le compara con el amaranto) y tienen un sabor bastante fuerte y único.
También se cuenta que era un platillo ceremonial que era servido cuando se celebraba a Xiuhtecuhtli, el dios del fuego, cada 52 años que es lo que dura un ciclo mexica. Del mismo modo aparecía durante los sacrificios a dicha deidad, pues era esparcido encima del cuerpo de los mexicas que habían perdido el corazón.
Se trata de otro de los alimentos que ha maravillado a estudiosos del México Prehispánico, tanto por su valor cultural como por su particular sabor.
La gastronomía mexica que continúa en nuestras mesas
La gastronomía mexica se caracterizaba por su diversidad y riqueza, basada principalmente en ingredientes autóctonos de la región del Valle de México. Muchos de estos alimentos los conocemos muy bien, pues siguen siendo parte de los fundamentales en las cocinas mexicanas.
El maíz, los frijoles, insectos como los chapulines, verduras como el tomate o las calabazas, los nopales, el amaranto, el cacao y, por supuesto, el chile, son ancestrales ingredientes que si bien tuvieron su esplendor antes de la llegada de Hernán Cortés y los españoles, siguen formando parte de las recetas de las familias mexicanas de todo el país.