La vez que ‘El Mayo’ Zambada controlaba el tráfico de drogas en Cancún

Ismael ‘El Mayo’ Zambada, a mediados de los años 90, tomó el control del puerto de Cancún, así como de otras demarcaciones de Quintana Roo, las cuales las usaba como puerta de entrada de droga proveniente de Colombia.

De acuerdo con datos del libro ‘El Traidor’, ‘El Señor del sombrero’ tenía en su poder los municipios de Cancún, Cozumel, Chetumal, Playa del Carmen, antes de que el narcotraficante Ramón Magaña, comenzara a adquirir notoriedad.

Presuntamente, los vehículos que salían cargados con toneladas de droga, eran resguardados por elementos de la PGR, adscritos en Cancún, con quienes garantizaban que estos llegaran hasta una casa de seguridad.

“Cancún, Cozumel, Chetumal, Playa del Carmen, se convirtieron en territorio de ‘El Mayo’ y Amado, mucho antes de que otro narcotraficante conocido como ‘El Cibes’ Ramón Magaña, adquiriera renombre, la droga la llevaban a casas de seguridad en vehículos que resguardaban elementos de la PGR, adscritos en Cancún, quienes garantizaban que ninguna autoridad molestara a las unidades cargadas de droga”, relató Anabel Hernández en su libro ‘El Traidor’.

Vicente Zambada Niebla, ‘Vicentillo’ y su tío Jesús, alias ‘Rey’, eran los encargados de operar en dicha zona, siempre bajo el mando del capo originario de El Alamo, quien sabía como mantenerse invisible ante las autoridades, así como los medios de comunicación.

Con el conocimiento de que todo estaba bajo control, fue que ‘El Mayo’ envió a su hijo más querido para que dirigiera la operación.

“Gracias a ‘Vicentillo’ y ‘Rey’ se sabe que el verdadero amo del lugar era ‘El Mayo’, en sociedad con Amado, para su suerte, ‘El Mayo’ siempre ha tenido la habilidad de que otros atrajeran la atención de las autoridades y los medios de comunicación, mientras él, permanecía en la invisibilidad, solo en una entidad con su absoluto control, habría mandado ‘El Mayo’ a su hijo más querido ‘Rey’ y Javi dirigían la operación de lanchas rápidas con motores de 400 caballos de fuerza, fuera de borda superpotentes, lo cual le daba autonomía de hacer en menos de 24 horas, el recorrido de Colombia a Quintana Roo”, se lee en el libro ‘El Traidor’ de Anabel Hernández.

Eduardo González Quirarte, alias ‘El Flaco’, tuvo la idea de enviar los cargamentos de cocaína hacia la frontera norte, dentro de tanques de gas, los cuales eran legales y de ser detenidos las autoridades podían confirmar que solo traían dicho combustible.

“Un viejo amigo de ‘El Mayo’ y de Amado, Eduardo González Quirarte, alias ‘El Flaco’ se hacía cargo de la ingeniosa operación de los tanques de gas, para ‘Vicentillo’ no existía la confusión que si existía para otros, para él, quien trató de años a ‘Lalo’ como lo llamaba, este trabajaba para su padre y para Amado, para el Cártel de Sinaloa”, narró la periodista.