La migración frente a las políticas restrictivas de los Estados I OPINIÓN

Los procesos de exclusión y vulnerabilidad no sólo son inherentes a las sociedades receptoras, también son responsables los Estados expulsores al no generar condiciones adecuadas que mantengan a la población migrante

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Alex Munguía Salazar Profesor Investigador Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) Foto: Cortesía derl autor
Alex Munguía Salazar Profesor Investigador Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) Foto: Cortesía derl autor

Frente a los movimientos migratorios actuales, es importante señalar que entre las principales motivaciones de las personas a emprender dichos movimientos están el desempleo, las crisis económicas y los bajos salarios, sin dejar de lado la violencia generalizada en sus lugares de origen. Las personas abandonan sus lugares de origen tratando de obtener mejores niveles de vida para ellos y sus familias. El precio por pagar es una condición de inferioridad y desigualdad en un ambiente de exclusión y vulnerabilidad dentro de las economías más desarrolladas en las que se integran estos migrantes como parte de esa fuente de mano de obra internacional.

El ser prácticamente invisible dentro de la sociedad receptora es parte de la actual condición de los trabajadores indocumentados. Al no contar con derechos que lo protejan de una condición de desigualdad dentro de la sociedad del país receptor, es una cuestión en la que se ve inmersa la falta de derechos que le den un estatus de ciudadano al migrante.

Esta demanda de mano de obra internacional es un proceso en el cual tienen un papel primordial los procesos de movilidad de los sujetos sociales, la ausencia de un programa de regularización migratoria contribuye al proceso de vulnerabilidad de la población migrante, Sin embargo, los procesos de exclusión y vulnerabilidad no sólo son inherentes a las sociedades receptoras, también son responsables los Estados expulsores al no generar condiciones adecuadas que mantengan a la población migrante en sus propias comunidades, es decir, son responsables directa o indirectamente de la expulsión de sus ciudadanos.

Migrantes descansan en un campamento improvisado, en el municipio de San Pedro Tapanatepec en el estado de Oaxaca (México). EFE/Jesús Méndez
Migrantes descansan en un campamento improvisado, en el municipio de San Pedro Tapanatepec en el estado de Oaxaca (México). EFE/Jesús Méndez

La migración ante las políticas restrictivas

En el contexto internacional surgen fenómenos que escapan a las fronteras nacionales, teniendo repercusiones en varios Estados, y con implicaciones en los ámbitos político, social, económico y cultural, por ello se requieren estudios que los hagan visibles. La economía globalizada y la creciente interrelación política y cultural del planeta han dado lugar a grandes movimientos migratorios. Los migrantes buscan escapar de la pobreza, la carencia de los servicios más elementales, así como de la exclusión social y política, y son atraídos por la ilusión de encontrar en un país ajeno mejores condiciones de vida; sin embargo, muchas veces encuentran lo opuesto: abusos, maltratos, sufrimientos y discriminación. En un nivel formal, la migración es un fenómeno demográfico, al que se ha dado un tratamiento político-económico, pero que deja sentir sus efectos en el aspecto social, sobre todo en lo referente al trato que los migrantes reciben al abandonar sus países e internarse en el territorio del Estado que les servirá de paso o donde se establecerán.

México convive con el fenómeno migratorio, no sólo como un país emisor de migrantes, sino como receptor de ellos; la cercanía geográfica es un factor que ha intervenido en la migración de centroamericanos y sudamericanos e inclusive extracontinentales que buscan llegar a Estados Unidos atravesando el territorio mexicano, siendo la frontera sur la principal puerta de entrada. Sin embargo, la mayoría de los cruces se dan de manera irregular y cada vez en cantidades más grandes y siempre la respuesta gubernamental ha sido un endurecimiento de la política migratoria.

Migrantes caminan durante una caravana que se dirige a la frontera con Estados Unidos, en el municipio de Arriaga (México). EFE/ Carlos López
Migrantes caminan durante una caravana que se dirige a la frontera con Estados Unidos, en el municipio de Arriaga (México). EFE/ Carlos López

Hoy en día, se observa una importancia creciente del fenómeno migratorio, tanto por su mayor visibilidad y sus tendencias de aumento como por representar una opción para numerosas personas que buscan nuevas o mejores oportunidades. Una primera referencia es la protagonizada por los migrantes sur-norte, que preocupan particularmente a Europa Occidental y Norteamérica. El carácter irregular de una parte importante de los contingentes migratorios, las solicitudes de asilo y los movimientos de refugiados son elementos que han creado una imagen de pérdida de control sobre el fenómeno migratorio en muchos países receptores.

Además, habría que agregar el ambiente negativo con que algunas sociedades receptoras enfrentan la migración, ya que mantienen la creencia de que su homogeneidad étnica y cultural prevaleciente podría verse amenazada y se comprometería su seguridad económica y social. Sin embargo, las proyecciones de población para 2050 sugieren dar atención a la contribución de los migrantes al reemplazo de las generaciones, la reposición de los trabajadores y al mantenimiento del volumen de las poblaciones de muchos países en proceso de envejecimiento y reducción demográfica.

Migrantes cruzan el Río Bravo en las cercanías del muro que separa la frontera estadounidense en Ciudad Juárez, Chihuahua (México). Imagen de archivo. EFE/ Luis Torres
Migrantes cruzan el Río Bravo en las cercanías del muro que separa la frontera estadounidense en Ciudad Juárez, Chihuahua (México). Imagen de archivo. EFE/ Luis Torres

El modelo económico actual ha generado dos contradicciones fundamentales: la primera, reflejada por un lado en la flexibilización de los mercados de trabajo y por otro en el empleo de prácticas restrictivas que acotan la movilidad de las personas; la segunda, es el precepto que afirma que cuando las corrientes de comercio e inversión reditúen en oportunidades de empleo y elevación de los salarios en los países en desarrollo más afectados por la migración se atenuarán las presiones y propensiones migratorias y perderá efectividad la movilidad en busca de mejores oportunidades laborales y de vida en general. Por lo cual, mientras no cambien las condiciones económicas y sociales en los países expulsores, difícilmente veremos cambios en los patrones migratorios.

•• Dr. Alex Munguía Salazar Profesor Investigador del Posgrado en Derecho y de la Licenciatura en Ciencia Política de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Miembro del sistema nacional de investigadores nivel 2. Miembro del Cuerpo académico “Teoría y Derecho Internacional”. orcid.org/0000-0001-9030-2149

REDES SOCIALES: alex.munguia@correo.buap.mx

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