Antes de la llegada de los españoles a México en 1519, el país era completamente distinto. El poderío mexica se extendía por todo el centro de la región y Moctezuma, Huey Tlatoani de un poderoso imperio, se sentaba poderoso en su trono dentro de un palacio que, cuenta la leyenda, era más que espectacular.
Nuestro país por entonces se regía por otros valores y otras formas, y La Gran Tenochtitlan, la ciudad prehispánica más importante de la historia del México Precolombino, era hogar de miles de mexicanos que vivían tan ajenos a Europa.
Por supuesto esto cambió, y lo que alguna vez fue una legendaria sociedad se convirtió en lo que hoy conocemos como Nueva España, hasta que claro, el país obtuvo su independencia muchos años después y se fundó el imperio mexicano.
Hernán Cortés fue hospedado en este palacio
Luego de que Hernán Cortés llegara a México con un puñado de soldados e iniciara la operación de la conquista, el gobernador Moctezuma recibió al español con los brazos abiertos y, de hecho, los hospedó en su espectacular palacio.
Tras la guerra y cuando todo cambió para México, aquel palacio fue destruido y, como pasó con muchas otras edificaciones importantes para los mexicas de la Gran Tenochtitlán, un nuevo edificio fue construído encima, formando parte de la nueva arquitectura de Nueva España que sobrevive hasta nuestros días.
Arriba de lo que un día fue el hogar de Moctezuma y el sitio donde Cortés durmió durante su estadía en Tenochtitlan, hoy se alza un edificio histórico que, de hecho, puedes visitar: el Nacional Monte de Piedad, ubicado frente a Palacio Nacional y a un costado de la Catedral Metropolitana.
El palacio de Axayácatl llevaba ese nombre en honor al padre de Moctezuma, quien también gobernó a los mexicas por muchos años. Se cuenta que cuando Cortés se quedó el dicho palacio, encontró una puerta secreta que lo llevó hasta una cámara que despertó su ambición.
El tesoro robado y el Nacional Monte de Piedad
En aquel lugar se hallaba el tesoro de Moctezuma, compuesto por joyas y diversos objetos de oro. Se dice que aquel tesoro no podía tocarse y que lo único que debía hacer el Tlatoani era llenarlo aún más. Por supuesto, el español lo robó.
Tras hacerse con las piezas, los españoles tuvieron una idea provocada por su ambición: fundieron los tesoros hasta convertirlo en pesados bloques de oro. El destino del Tesoro de Moctezuma ha sido objeto de especulación y mitos a lo largo de los siglos. Algunos creen que puede estar oculto en algún lugar de México.
El Nacional Monte de Piedad se alza encima de parte de este emblemático edificio, tan importante para la familia real que gobernaba a los mexicas como para los mexicas mismos. Se sabe de esto desde que hace años, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontró restos de dicho palacio enterrados debajo de la edificación.
Actualmente, dicho edificio es una institución de crédito prendario no lucrativa en México, cuya historia se remonta al 15 de febrero de 1775 cuando fue fundada por don Pedro Romero de Terreros, el Conde de Regla. Es uno de los establecimientos de préstamos sobre empeño más antiguos y reconocidos del país. Su objetivo primordial es proporcionar préstamos con intereses bajos a personas que entregan en garantía alguna prenda de valor.
El edificio es un punto de interés turístico tanto de nacionales como de extranjeros, por su carga histórica, cultural y su espléndida arquitectura.