En México, se estima que alrededor del 25% de los cigarros comercializados en el país provienen de fuentes ilícitas, debido a ello, el Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercio) ha tenido que emitir un llamado de alerta.
Lo anterior tuvo la intención de instar a los pequeños comercios a evitar la venta de productos de dudosa procedencia, dado el riesgo de enfrentar multas, suspensiones temporales y pérdida patrimonial.
El dirigente de ConComercio, Gerardo Cleto López Becerra, advirtió sobre las consecuencias económicas, legales y de salud asociadas con la comercialización de cigarros ilegales.
Este llamado se fundamenta en el estudio “Consumo Ilegal de Cigarros en México” de Oxford Economics, que revela que aproximadamente el 20% de los cigarros vendidos en el país son de procedencia ilícita, ya sea por contrabando, robo o ausencia de códigos de seguridad.
Cigarros del crimen organizado
El crimen organizado identifica en los cigarros un producto susceptible de ser robado y distribuido a través de diversos canales, desde el ambulantaje hasta comercios bien establecidos como tiendas de abarrotes.
López Becerra destacó que el riesgo para los comerciantes va más allá de las sanciones económicas, incluyendo posibles problemas legales y de salud para los consumidores, quienes enfrentan la incertidumbre de la auténtica composición de estos productos.
La propuesta presentada por el diputado priista José Francisco Yunes Zorilla en octubre pasado busca aumentar las sanciones económicas contra aquellos que participan en la cadena de comercialización de cigarros ilegales.
Este movimiento legislativo apuntó a proteger al comercio legal y desincentivar la participación en un mercado ilegal que, según el estudio de Oxford Economics, ha generado pérdidas superiores a los 13,500 millones de pesos en la recaudación gubernamental.
Un problema que no se “desvanece”
El contrabando de cigarros en México se ha convertido en un problema en aumento, afectando tanto al consumo doméstico como a la importación. Dos modalidades principales de tabaco ilegal han surgido, siendo el primero el consumo doméstico, que implica cigarrillos que no cumplen con las regulaciones fiscales y aduaneras del país.
El segundo vendría siendo el consumo de importación, que involucra productos provenientes de países con regulaciones laxas, tales como China, India, Vietnam, Canadá y Estados Unidos.
Las fronteras con Guatemala y Belice, especialmente esta última, han facilitado la entrada de cigarrillos de contrabando a través de zonas francas y la conocida zona libre de Belice.
Según Oxford Economics, hasta el primer semestre de 2021, el 18.8% de todos los cigarrillos consumidos en México eran de procedencia ilícita, una cifra en constante aumento desde 2019. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado esta situación, ya que los consumidores buscan opciones más económicas.
Sanciones a los comercios
Además de las implicaciones económicas, los comerciantes que participan en el comercio ilegal de cigarros enfrentan problemas con las autoridades fiscales y penales.
Consciente de esto, ConComercio hizo un llamado a la responsabilidad y ética empresarial, instando a los comerciantes a vender solo productos legales adquiridos en canales de venta confiables y respaldados por las respectivas facturas.
A pesar de la tentación de obtener ganancias rápidas con productos ilegales, López Becerra concluyó que siempre será más seguro y sostenible optar por la vía legal.
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