Dónde está el túnel secreto de la CDMX en el que monjes eran encerrados como castigo, según una leyenda

El pasadizo aún está parcialmente abierto al público interesado en recorrer sus oscuros pasillos

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En Cuajimalpa hay un sitio con un sótano conectado por cuatro túneles
Crédito: Wikimedia Commons / Valeria González Padilla
En Cuajimalpa hay un sitio con un sótano conectado por cuatro túneles Crédito: Wikimedia Commons / Valeria González Padilla

La Ciudad de México (CDMX) es señalada como el escenario de decenas de leyendas, algunas de ellas acerca de túneles y pasadizos secretos. Entre los relatos está una protagonizada por monjes de la orden de los Carmelitas Descalzos.

Esta historia se remonta al siglo XVII cuando religiosos llegados a la Nueva España tomaron la decisión de construir un convento alejado de la sociedad, que estuviera dedicado a la contemplación.

El lugar elegido para erigir el recinto religioso fue un bosque con manantiales y bellezas naturales, ubicado en lo que hoy es la alcaldía Cuajimalpa. La primera piedra fue colocada en 1604 y años más tarde abrió sus puertas bajo el nombre de Desierto de nuestra señora del Carmen en los montes de Santa Fe.

Conocido hoy como Desierto de los Leones, el convento estuvo habitado por religiosos hasta 1814. Las principales actividades de los monjes eran orar, leer y labrar la tierra, todo bajo estrictas reglas cuyo incumplimiento era motivo de castigo.

Los túneles en Desierto de los Leones sirven como soporte a la estructura del convento
Crédito: Wikimedia Commons / 	Valeria González Padilla
Los túneles en Desierto de los Leones sirven como soporte a la estructura del convento Crédito: Wikimedia Commons / Valeria González Padilla

Cuenta la leyenda que los monjes que desobedecían eran castigados siendo encerrados en uno de los túneles bajo el convento. La sanción era estar en soledad dentro de uno de los húmedos y oscuros pasadizos.

Además, se cuenta que en el sótano se escuchan voces, gritos y oraciones que serían de los cientos de religiosos que habrían estado asilados ahí.

Los túneles del Desierto de los Leones

El convento en el Desierto de los Leones fue construido sobre un sótano formado por cuatro túneles. El paso subterráneo fue planificado como un soporte para la construcción y a la vez sirvió como un depósito al que llegaba agua a través de canales.

Los túneles aún están parcialmente abiertos al público; para entrar se debe pasar por una zona baja por la que incluso es necesario agacharse, aunque el acceso principal estuvo en el patio central desde donde se podía ingresar a través de una escalera.

Desierto de los Leones estuvo habitado por monjes hasta 1814 (Foto:  IG: cristianherruiz)
Desierto de los Leones estuvo habitado por monjes hasta 1814 (Foto: IG: cristianherruiz)

La humedad en el sótano persiste, ya que todavía hay filtraciones de agua. Además de que es un espacio oscuro al que se necesita entrar con una lámpara.

El misterio que rodea a los túneles es tal que directores de cine los eligieron como escenario de películas en la década de 1970. Entre las cintas filmadas en el sótano de Desierto de los Leones están La noche de los mil gatos (1972), El monasterio de los buitres (1973) y La mansión de la locura (973).

¿Qué pasó cuando los monjes abandonaron el Desierto de los Leones?

Para 1814 el convento quedó deshabitado y en los años subsecuentes fue utilizado con otros fines. De acuerdo con información recopilada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, fue un sitio de acuartelamiento del cuerpo nacional de artillería en 1845.

Sumado a ello fue sede de una falsa fábrica de vidrio, en la que en realidad se acuñaban monedas falsas. La planta productora se alimentaba con madera obtenida del bosque.

Aunque no sólo fue un convento, el Desierto de los Leones aún es conocido por el nombre que le dieron los Carmelitas Descalzos.

Se le conoce como desierto no por sus características geográficas sino porque siglos atrás era un sitio apartado de la sociedad. En cuanto al término leones, se cree que los monjes lo acuñaron debido al parecido de estos felinos con los gatos montés que habitaban el bosque o en referencia a la familia León, que era propietaria de los terrenos y fungía como representante de los Carmelitas Descalzos ante la Corona Española.

Además de por su historia, este sitio destaca por su flora y fauna, que lo llevó a ser designado parque natural.

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