Frutas, hortalizas, abarrotes, carnes, materias primas y flores conforman la gran oferta de productos que se venden en la Central de Abasto de la Ciudad de México, un mercado ubicado en la alcaldía Iztapalapa y que por sí solo genera 70 mil empleos directos.
Asentado sobre un predio de más de 327 hectáreas, alberga cerca de 122 mil toneladas de productos, los cuales sirven para alimentar aproximadamente a 20 millones de personas.
La Central de Abasto de la Ciudad de México fue inaugurada en noviembre de 1982, de tal forma que este año cumplirá 44 años de existencia, ofreciendo productos desde las 04:00 horas y hasta las 18:00 horas, todos los días del año.
Dentro de sus instalaciones, es posible encontrar un sinfín de productos de tipo agrícola, pecuario y pesquero, aunque la sección más amplia es la dedicada a la venta de frutas y verduras.
Este lugar, que sufrió un fuerte incendio en abril del año pasado, tiene una superficie de 327 hectáreas, esto significa que dicho terreno representa hasta 51 veces el espacio que ocupa la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
Aunque en México se le considera a la Central de Abasto el mercado más grande del mundo, algunas revistas especializadas en turismo y recomendaciones del sector como Civitatis Magazine, lo colocan en el segundo puesto a nivel mundial.
De acuerdo con su clasificación, el mercado de Yiwu, en China, es el más grande en todo el mundo, con 5.5 millones de metros cuadrados; detrás de él se encuentra la Central de Abasto; luego el Gran Bazar de Estambul, en Turquía y el Mercado de Tsukiji, en Tokyo, Japón.
El propietario de la Central de Abasto
La Central de Abasto es operada por un fondo: Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abasto de la Ciudad de México (Ficeda), cuyo contrato previó la urbanización de la zona que incluyó el entubamiento del Río Churubusco, la construcción de una avenida en su superficie, así como la edificación de un colector en Canal de Tezontle y la ampliación de la Calzada del Moral.
Luego de que se firmaron los protocolos del fideicomiso para la construcción de la Central de Abasto, el proyecto quedó en manos del arquitecto Abraham Zabludovsky.
Los trabajos se llevaron a cabo durante 14 meses y el costo de la obra se estimó, en ese entonces, por un monto de 16 mil millones de pesos. Su inauguración fue el 22 de noviembre de 1982 por el presidente José López Portillo y el entonces regente de la capital, Carlos Hank González.