La noche del 13 de enero, habitantes de la región de Costa Chica, Guerrero, reportaron el hallazgo de tres personas sin vida al interior de un automóvil sobre la carretera Tlacoachistlahuaca – Rancho Cuananchinicha.
En atención a los hechos, al sitio se dirigieron elementos de la Policía Investigadora Ministerial, así como agentes periciales y el fiscal regional Juan Jiménez Romero.
Al llegar al lugar, las autoridades encontraron dentro del vehículo sólo a dos de las tres víctimas. El tercero fue ubicado, posteriormente, en un domicilio al que había sido trasladado por sus familiares.
Derivado de las primeras indagatorias, la Fiscalía pudo establecer que los nombres de los tres hombres asesinados eran Pedro “N”, Elisber “N” y René “N”. Aparentemente, circulaban sobre la mencionada vialidad estatal cuando fueron detenidos por un comando armado.
“Sus agresores les dispararon a corta distancia con arma de fuego después de haber participado en un evento de peleas de gallos en la localidad de Papaloapan”, sostuvo la dependencia.
Extraoficialmente se dio a conocer que Pedro trabajaba como conserje de una escuela, mientras que Elisber se desempeñaba como profesor de secundaria. Hasta la presente publicación, se desconoce si ambos laboraban en el mismo centro educativo.
A raíz de este suceso, la Fiscalía inició una carpeta de investigación por el delito de homicidio por arma de fuego. Reportes preliminares apuntaron que en el lugar se hallaron casquillos de arma calibre .380.
Como parte del primer comunicado oficial, la dependencia manifestó que “agentes Ministeriales realizaron las primeras entrevistas y peritos de la Coordinación de los Servicios Periciales procesaron el área, no observándose impactos de arma de fuego al exterior del vehículo”.
Ataques armados en palenques de Guerrero
Pese a que hasta la presente edición no hay información que permita conocer quiénes estarían detrás de este multihomicidio, el crimen trajo a la memoria la reciente masacre ocurrida el 6 de enero en un palenque del municipio de Petatlán.
En medio de la falta de coordinación entre el Gobierno Municipal y la Fiscalía, se confirmó que dicho ataque dejó un saldo de 13 personas asesinadas y 21 heridas.
La principal hipótesis de las autoridades es que la matanza habría sido perpetrada por sicarios bajo el mando de Edilberto Bravo Barragán, alias ‘El Gavilán, exlíder de Los Caballeros Templarios que creó una célula criminal llamada Guardia Guerrerense y forjó una alianza con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Aparentemente, los pistoleros descargaron sus armas en medio del evento de peleas de gallos con la intención de acribillar a integrantes de la célula de ‘El Ruso de Petatlán’. Sin embargo, ninguna de las víctimas fatales estaba armada. “Fue un ataque contra civiles desarmados”, declaró Bertha Díaz Garzón, síndica procuradora del municipio.