Uno de los casos que estremeció a la Ciudad de México entre 1998 y 2006 ha vuelto a la luz con la sopresiva aparición de Juana Barraza Samperio. La asesina en serie también conocida como “La Mataviejitas”, causó revuelo en redes sociales, pues el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano publicó el adelanto de una entrevista con una de las mujeres que marcaron la historia del crimen en México.
“La Dama del Silencio”, fue condenada el 31 de marzo de 2008 por el homicidio de varias ancianas en la capital del país. Barraza fue arrestada en 2006 y posteriormente sentenciada a 759 años de prisión por el homicidio de 17 mujeres de la tercera edad.
Barraza está por cumplir dos décadas en prisión, por lo que su imagen actual es la de una mujer de la tercera edad e incluso muestra cierta fragilidad debido al rostro cubierto de arrugas y apagado por el tiempo. “La Mataviejitas” actualmente tiene 66 años de edad, sin embargo mantiene el cabello que la identifica, corto, teñido de un tono rubio y rojizo.
Durante el videoclip, Samperio se mantiene firme en su declaración y a pesar de la exhaustiva investigación en su caso, se cosnidera inocente. “Soy luchadora, no soy asesina”, aseguró Juana.
“Que me prueben que me agarraron vestida de enfermera”.
En otra secuencia del video, la asesina serial mexicana lanzó un reclamo para los medios de comunicación de aquel entonces, pues en televisión y periódicos se forjó el sobrenombre que perseguría a Juana Barraza por el resto de su vida.
“La culpa lo tienen los medios de comunicación porque fueron los que me pusieron el apodo”.
Las investigaciones del Gobierno capitalino determinó que sus crímenes tenían un patrón donde las víctimas eran mujeres mayores, solitarias; su modus operandi era engañarlas con la intención de robarlas. Cuando se ganaba su confianza y lograba ingresar a sus casas, procedía a estrangurlarlas con algúna de las pertenencias de la víctima.
Este caso puso en el ojo público temas como la violencia contra las mujeres y la seguridad de los ancianos. Cabe señalar que los crímenes de Juana Barraza también han sido estudiados en el campo de la criminología por su singularidad y el perfil psicológico detrás de sus acciones.
Según testimonios, Barraza ocupa su tiempo recluida en el Penal de Santa Martha Acatitla, vendiendo comida en las instalaciones, de donde espera salir libre luego de 50 años.