Los parásitos son microorganismos que viven dentro de los seres vivos y se alimentan de estos, en el caso de los intestinales, se encuentran alojados dentro de los intestinos y tienen la capacidad de reproducirse, lo cual ocasiona malestares e infecciones en las personas que los poseen.
Este tipo de microorganismos pueden encontrarse en cualquier lugar, principalmente en aquellos que tienen deficiencia sanitaria. Los parásitos intestinales más comunes que suelen hallarse dentro de los intestinos son el Oxiuros y Giardias.
Hoy en día se tiene conocimiento de que existe una planta medicinal que puede ayudar a combatir de manera natural a los parásitos intestinales. Se le conoce como altamiza y su nombre científico es Tanacetum parthenium (L.) Shultz-Bip.
Se trata de una arbustiva de 30 cm a 1 m de altura, de olor desagradable, escasamente velluda, puede tener el tallo simple o ramificado desde la base. Sus hojas, de color verde, son numerosas y están divididas en fragmentos alargados e irregulares. Tiene un conjunto de flores amarillas colocadas sobre un disco, donde hay flores alrededor que tienen un pétalo blanco como lengüeta.
Es originaria de Irán, Irak y de Europa. Entre los usos medicinales que posee, se encuentra el erradicar los parásitos intestinales que provocan comezón en el recto, causando enrojecimiento del ano, inquietud e inapetencia, para curarla se utiliza una mezcla de hojas y flores de la planta también llamada como Santa María molidas con hojas de maistra y hollín, su combinación se aplica por vía rectal dos veces al día, de acuerdo con la información publicada en un artículo del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI).
La infusión de dicha planta medicinal también es empleada para aliviar una serie de padecimientos digestivos y otros malestares. Se le atribuye eficacia en el tratamiento de cólicos estomacales, dolores en el estómago o intestinales, y se utiliza en casos de problemas con la bilis o el bazo. Además, es común su uso en situaciones de diarrea y disentería, funcionando como un agente digestivo y para contrarrestar el vómito y otros trastornos estomacales.
En algunas regiones de México como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Morelos, CDMX, Tlaxcala y Veracruz, la altamiza es utilizada tradicionalmente en la medicina popular para tratar dolencias relacionadas con la salud femenina. La infusión preparada a partir de las ramas o flores de esta planta se emplea por sus propiedades emenagogas, buscando regular o facilitar la menstruación, así como por su acción antiespasmódica en casos de dismenorrea y cólicos menstruales.
Además, es común su uso en la práctica de baños de temazcal durante las etapas de embarazo y postparto, con el fin de agilizar el proceso de parto y promover una recuperación más efectiva, previniendo complicaciones y dolores asociados con el posparto.
Dentro de la medicina tradicional de Puebla, se sugiere la administración de infusión de Santa María, así como lavados en zonas afectadas utilizando un cocimiento que combina árnica, epazote de zorrillo, mejorana, y otras plantas autóctonas como oreja de burro, lirio blanco y lirio negro, cuyas especies no están registradas. Esta práctica se dirige especialmente a tratar los “michicahues de mujer”, que se describe como una condición que surge al tener relaciones sexuales durante el periodo menstrual.
En varias áreas del centro del país, la planta forma parte de un tratamiento tradicional para una dolencia localmente conocida como aire o mal aire, que se manifiesta a través de síntomas como enfriamiento del cuerpo, lagrimeo, punzadas o vómito. En los casos más severos de esta enfermedad, el remedio más frecuente consiste en realizar una limpia sobre el individuo afectado, usando ramas de Santa María y de otras plantas como pirul, cielo raso, jarilla, francisquitos, cola de borrego, durazno, rosa concha, ruda, perrito de campo e hinojo.