Desde las primeras excavaciones en junio de 1967 para la construcción de la Línea 1, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro ha empleado diversos métodos y técnicas para las 12 líneas que conforman actualmente la red de 226 kilómetros, las cuales incluyen tramos subterráneos, superficiales y elevados.
La mayor parte de las instalaciones de la red del Metro son subterráneas, y entre ellas, la que recorre desde Barranca del Muerto a El Rosario, es decir la Línea 7, se caracteriza por ser la de mayor profundidad, alcanzando los 40 metros, desde el nivel calle, en la estación Camarones.
Sin embargo, la media en el resto de estaciones es de 25 a 30 metros entre el túnel y la superficie, razón por la que miles de usuarios enfrentan la difícil tarea de desplazarse por varios niveles de escaleras.
Los trenes de la línea naranja recorren 17 kilómetros, donde se reparten 14 estaciones bajo las alcaldías Álvaro Obregón, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Azcapotzalco, en el poniente de la CDMX.
Al atravesar la zona montañosa del poniente del Valle de México, fue necesario recurrir a una mayor profundidad y aplicar el modelo técnico de túnel profundo, además de utilizar métodos de excavación europeos, que en la década de los 80 resultaban novedosos.
Las vías a través del túnel profundo se extienden desde Aquiles Serdán a Barranca del Muerto, mientras que sólo El Rosario cuenta con la estación superficial.
En el ámbito de las letras, algunos autores han comparado el ingreso a los andenes de la Línea 7 con el descenso al Infierno de Dante, debido a las numerosas secciones de escaleras que se deben transitar para tomar el convoy naranja. Una vez a bordo, pareciera que los pasajeros se pierden en el misterioso agujero del conejo blanco de Alicia en el país de las maravillas.
En otros casos, algunos usuarios de redes sociales intentaron difundir, hace unos tres años, que el objetivo del presidente Miguel de la Madrid fue que la construcción de la Línea 7 también sirviera como un búnker nuclear en caso de una guerra de gran magnitud (por aquello de la vecindad con los Estados Unidos).
Los argumentos de los internautas fueron la supuesta profundidad de más de 45 metros en algunas estaciones y el uso de concreto hidráulico para reforzar los túneles. Sin embargo, esta información fue desmentida por autoridades del Metro en 2020, quienes precisaron que las características técnicas de la Línea 7 no corresponden a ese tipo de uso, además precisaron que la distancia media entre la superficie y el túnel es de 25 a 30 metros.
La Línea 7 del Metro fue inaugurada el 20 de diciembre de 1984 en el tramo de Tacuba a Auditorio, y su primera ampliación a Tacubaya ocurrió en agosto de 1985. En diciembre de ese mismo año, la red se extendió hasta Barranca del Muerto, y finalmente, en 1988, los trenes llegaron hasta El Rosario.
Durante las obras de construcción se utilizó el método austriaco, el cual consiste en realizar la excavación con la máquina rozadora, y de forma simultánea aplicar un revestimiento primario a base de concreto lanzado. Posteriormente se aplica una capa definitiva con concreto hidráulico.
También se empleó la técnica conocida como escudo de frente abierto, que consiste en realizar la excavación con el empuje de gatos hidráulicos colocados en la circunferencia del escudo, para después apuntalar el terreno con arcos de concreto.
De acuerdo con los datos del proyecto, las secciones formadas por ambos métodos son, en promedio, de 130 metros cuadrados en las estaciones y 68 metros cuadrados en los tramos de túnel.