Pablo Acosta Villarreal, mayormente conocido como ‘El Zorro de Ojinaga’ fue un importante narcotraficante que controlaba una parte de Chihuahua, en especial el municipio del mismo apodo, donde por muchos años se dedicó al trasiego de droga.
Por influencias de su padre, fue que comenzó a dedicarse a traficar sustancias ilícitas, quien enviaba medicinas de forma ilegal al país vecino.
Tras la muerte de su padre, cuando él tenía a 23 años de edad, fue que comenzó a traficar drogas, lo que lo llevó a niveles que jamás imaginó, a tal grado de que el Cártel de Juárez lo reclutó debido a que era independiente y solo operaba dentro de su comunidad.
“Él cuidaba la frontera, por órdenes del tío Sam y casaba terroristas, de esos que saben matar, era el Zorro de Ojinaga, Pablo Acosta Villarreal, pero viene otra consigna, dijeron al publicar, dicen que bajaba aviones, con polvo pa’ comerciar, como el hombre ya está muerto, ya no lo desmentirán”, comienza la canción de los Tigres del Norte.
Su zona de operación era la frontera, pero también hizo historia al ser el primer capo en mover sustancias desde Colombia hasta México, cuyo destino era Estados Unidos y por estar cerca de la frontera, se le facilitaba.
“Le mataron a un hermano, que era su mano derecha y después allá en el rancho, también cobraron la renta, como el hombre ya está muerto, ni modo que lo desmientan”, continúa la canción.
En esta última estrofa se habla de la forma en la que las autoridades lo traicionaron tras recibir órdenes por parte del Gobierno de Estados Unidos, quienes ya lo habían capturado en su juventud, pero en menos de cinco años salió libre.
“La confianza y prepotencia, es la falla del valiente, no te fíes de los halagos, ni siquiera de parientes, a los zorros más astutos, los atrapan con su gente”, finaliza el tema de ‘El Zorro de Ojinaga’.
Cabe mencionar que Pablo fue el primer ‘Señor de los Cielos’, debido a que él fue quien comenzó a usar aviones para mover sustancias, incluso fue el que le enseñó el trabajo a Amado Carrillo, por órdenes de ‘Don Neto’, quien envió a su sobrino para que se hiciera cargo de Ciudad Juárez.
Muerte de ‘El Zorro de Ojinaga’
Acosta Villarreal dejó de existir el 24 de abril de 1987, a sus 50 años de edad, luego de que estuviera a punto de ser aprehendido por las autoridades, para evitar pisar prisión decidió dispararse en la boca, todo frente al comandante de la Policía Judicial Federal (PJF) Guillermo González Calderoni.
Se cree que pudo ser aprehendido por intervención de Estados Unidos, quienes les exigía su captura, mientras que el Gobierno Mexicano tenía tratos con él, siendo de los pioneros en el trasiego de la droga.