Franz Beckenbauer, el alemán que jugó con un hombro dislocado en México 70

Durante los mundiales en nuestro país grandes personalidades lograron cautivar al planeta entero con su carisma, buen juego y amor al fútbol. Uno de ellos fue el recién fallecido Franz Beckenbauer, aquel jugador de la Selección de Alemania que disputó un partido en México 70 con un hombro dislocado.

El mundo del fútbol se encuentra de luto luego de que la Federación Alemana de Fútbol hiciera pública la noticia de que el comandante de los teutones murió a los 78 años de edad. El “Kaiser” habría dejado de existir el pasado domingo, pero sería hasta este lunes cuando s reveló la información.

Hasta el momento, no se sabe cuál fue la causa de su muerte, sin embargo, las muestras de cariño no se han hecho esperar. Por su parte, la Bundesliga (liga de clubes alemana) publicó desde su cuenta de X: “La familia de la Bundesliga está devastada al conocer la muerte de Franz Beckenbauer. Un verdadero ícono, antes, ahora y siempre. RIP, Der Kaiser”.

Mientras que la UEFA le rindió un merecido homenaje: “Su incomparable versatilidad, sus elegantes transiciones entre la defensa y el centro del campo, su impecable control del balón y su estilo visionario cambiaron la forma en que se jugaba al fútbol. El legado de Beckenbauer como uno de los grandes del fútbol de todos los tiempos está fuera de toda duda...”.

Lo que para jugadores con contratos millonarios en el siglo XX hubiera sido una salida del terreno de juego inminente, para Franz Beckenbauer fue un impulso que tenía que hacer gracias a la casta teutona que corría por sus venas.

Así lo demostró durante uno de los partidos más recordados por los amantes del fútbol: un Italia contra Alemania en la cancha del Estadio Azteca que con el paso del año fue nombrado como el “juego del siglo XX” por la intensidad con la que se jugó, la derrota en tiempos extra de los nórdicos y el surgimiento de una leyenda.

Tal parece que México está destinado a ser el escenario de grandes hazañas y el mundial de 1970 no fue la excepción. Para ese entonces la selección brasileña de Pelé se paró en suelo azteca y se esperaba que pudiera jugar la final contra la Alemania Federal del “Kaiser”.

Sin embargo, el “calcio” italiano no permitiría que esto sucediera y dieron pelea de tal forma que en un encontronazo entre el teutón y Giacinto Facchetti, un lateral conocido por su gran fuerza y corpulencia que corría hasta 100 metros en menos de 11 segundos, hizo que el alemán tuviera que ser atendido de emergencia.

Rápidamente los médicos del equipo entraron a la cancha para auxiliar al futbolista, ahí se dieron cuenta de la gravedad del choque y aunque esta lesión requería atención inmediata, Franz Beckenbauer no quiso dejar a sus compañeros con un jugador menos, se acomodó el hombro, fue vendado y continuó el juego como si no hubiera sufrido una dislocación en el hombro.

Y es que, para el jugador no era una opción abandonar el partido pues su selección ya había hecho los dos cambios que se permitían en aquel entonces, permitiendo que la Selección de Alemania logara llegar a los tiempos extra tras el pitazo final después de los 90 minutos reglamentarios un 1-1 en la pizarra.

El tiempo adicional se convirtió en la muestra de que, aunque perdieron 4 goles a 3, “el fútbol es 11 vs 11 siempre gana Alemania”, célebre frase que inmortalizó el futbolista inglés Gary Lineker haciendo referencia a este mismo partido y a la mentalidad ganadora que han demostrado los alemanes durante toda su historia futbolística.