Entre las muchas frases populares entre abuelas, madres y tías de países de América Latina, “salir con tu domingo siete” debe figurar entre las 10 más populares de su repertorio. Estas palabras son una especie de advertencia que se le hace a adolescentes para evitar un embarazo no deseado. Aunque su significado se entiende de manera tácita, ¿realmente esta frase tiene que ver con “comerse la torta antes del recreo”?, como se dice popularmente en México.
Al indagar sobre su origen, lo primero que sorprende es que su uso se remonta a la época medieval (siglos V y XV). Los hermanos Grimm, escritores alemanes considerados como de los más influyentes en la literatura del siglo XVIII por el impacto popular que tuvieron obras como La Cenicienta, Hansel y Gretel, Rapunzel y Blancanieves, hicieron referencia a “domingo siete” en uno de sus cuentos.
En su relato, dos amigos se encuentran con un grupo de campesinos quienes cantan: “Lunes uno, martes dos, miércoles tres, jueves cuatro, viernes cinco, sábado seis”. Los amigos se unen y gritan “¡domingo siete!”, pero la interrupción no causa gracia y son golpeados por los campesinos.
Los entrometidos apenas logran escapar, pero la frase fue utilizada en varios países de Europa, como un dicho para advertir sobre posibles consecuencias negativas por ser imprudente.
El origen más antiguo de “domingo siete”
Como se dijo, los hermanos Grimm contribuyeron a popularizar la frase; sin embargo, los escritores solo reinterpretaron una leyenda nórdica, donde “domingo siete” tiene un significado consecuente con la connotación actual.
De acuerdo con el relato popular, un joven que caminaba por un bosque encantado encontró a un grupo de duendes danzando y cantando en una parte recóndita. Intrigada por los seres mágicos, la joven se acerca a observarlos. Los duendes bailan y cantan una pegajosa melodía, cuya letras dice: “Lunes uno, martes dos, miércoles tres, jueves cuatro, viernes cinco, sábado seis”.
Cautivada por la pegajosa melodía, pero también intrigada porque los duendes no incluyen “domingo siete”, la joven concluye la canción y causa la molestia de los duendes, quienes para castigarla le lanzan un hechizo que la deja embarazada.
De esta manera, entre los pueblos escandinavos “domingo siete” adquirió la connotación de ser una advertencia ante las consecuencias de un embarazo no deseado. Luego de que los hermanos Grimm incluyeron su propia versión en uno de sus relatos, el dicho fue conocido a nivel mundial y, especialmente en países de América Latina como México, se volvió en una de las frases más populares de abuelas, madres, tías y tíos.