El secuestro de cuatro hombres que trabajan en una empresa dedicada a la venta de pollos, registrado el pasado 22 de diciembre en el Estado de México, dejó al descubierto la gravedad de las extorsiones en esta región del país a los comerciantes de este ramo.
El hecho quedó grabado en video, y en él se ve el momento en que hombres fuertemente armados entran a una bodega y se llevan a los cuatro hombres, que fueron identificados como Eliseo, Isidoro, Jaime y Rigoberto.
El problema de la extorsión, presuntamente por miembros del grupo criminal La Familia Michoacana, se da en diversos lugares del Estado de México, como Toluca o Zinacantepec. En este último municipio, los comerciantes de pollo llevan unos siete años amagados por el grupo delincuencial.
Según un reportaje publicado por el medio El Universal, La Familia Michoacana impuso a un proveedor a los comerciantes que les vende 30 pesos más caro el pollo. Además, definen los precios a la venta, que son el doble o más en comparación con Toluca y les cobran una cuota del 30% de las ganancias.
Sin embargo, la cuota que exigen los delincuentes a los comerciantes es diferente entre mayoristas y vendedores de tianguis o mercados. Los vendedores en Zinacantepec aseguraron que las autoridades no hacen nada para evitar las extorsiones.
Los locales que padecen la extorsión se encuentran en el mercado municipal, frente a la presidencia, y los que se ubican en la periferia, en el centro del ayuntamiento, según el reportaje. También se asegura que las víctimas no han denunciado los hechos ante la Fiscalía General de Justicia estatal, pues en un principio lo hicieron ante el municipio y los castigos por “soplones” fueron peores.
En Zinacantepec, el kilo de pechuga está entre los 140 y 160 pesos; el de pierna y muslo en 100 pesos y el retazo en 90, en promedio, aunque los comerciantes señalaron que ya bajaron los precios, pues en diciembre la pechuga se elevó hasta 180 pesos el kg.
En la capital del Estado de México, Toluca, los precios varían, pues en algunos comercios se encuentra entre 80 y 90 pesos el kilo de pechuga, y algunos bajaron hasta a 75 pesos. El kilo de pierna con muslo llega a 50 pesos y máximo 70, mientras que el retazo está en 20 pesos por kilo.
Vendedores de pollo se resignan a trabajar con el crimen organizado
Vendedores de pollo del Valle de Toluca, en el Estado de México, admitieron al medio Milenio que se han resignado a trabajar con integrantes del crimen organizado con la finalidad de que les permitan mantener sus negocios y continuar con la venta de sus productos.
Un vendedor explicó al medio que los delincuentes llegan por dos vías para trabajar con ellos, la primera consiste en que arriban a los rastros de aves, donde condicionan a los dueños a entregar dinero o vender su producto, para, luego, palomearlas y permitir sus ventas.
Los delincuentes preguntan con qué empresa grande trabajan los pequeños comerciantes y los delincuentes les dicen si ya están pagando el “permiso” o no.
Una vez que tienen el visto bueno de los extorsionadores, pasan a verificar la venta de pollo con los pequeños comerciantes, a quienes condicionan comprar un porcentaje de todo su producto al crimen organizado. Dicha estrategia permite garantizar ingresos a los delincuentes y movilizar su producto.
De 100 pollos, por ejemplo, los comerciantes deben comprar al menor 30 a los presuntos delincuentes y el resto a otros distribuidores.