La Rosca de Reyes es una parte esencial de las festividades navideñas que reúne a las familias y amigos para disfrutar de este pan dulce, caracterizada por sus coloridas frutas cristalizadas, higos, cerezas, cobertura azucarada y el famoso “muñequito”, una figura de plástico o porcelana que representa al niño Jesús.
Tradicionalmente, aquel que encuentra la figura al partir la rosca el 6 de enero deberá ofrecer tamales y atole el 2 de febrero durante la celebración del Día de la Candelaria, que marca el fin del ciclo navideño en México, es por ello que a muchas personas les da pavor el momento de cortar su pedazo de pan.
Sin embargo, con la llegada de las redes sociales cada vez son más los “trucos” o los tips compartidos por internautas que podrían ayudarte a evitar que te salga el muñeco y pongas los tamales.
Cómo debe cortarse la rosca
El tamaño y la forma de la rosca pueden variar, pero comúnmente es ovalada, simbolizando un anillo infinito, que refleja el amor de Dios que no tiene principio ni fin.
Considerando este punto, al momento de partir la rosca deberás evitar cortar las partes medias de la Rosca de Reyes así como la parte en donde tengan las cubiertas de azúcar, y es que aunque estas piezas son las más ricas es muy probable que los muñecos estén escondidas en estos pedazos.
Otro punto es seleccionar las curvas de la rosca, pues es atípico que los panaderos pongan los muñecos en estos puntos. Deberás alejarte lo más que puedas de partir el centro.
Sin embargo, al final todo dependerá de tu capacidad de observación, pues es poco probable que cuando sale un muñeco la pieza que sigue tenga otro. A ello también se le suma un poco de suerte, pues los tips anteriores podrían no garantizar que te salga el muñeco al 100 por ciento.
Cuál es el origen de la rosca y qué significan sus elementos
La Rosca de Reyes tiene un origen que se remonta a las festividades paganas de la Roma antigua. Durante la celebración de las Saturnalias, en honor al dios Saturno, se repartían tortas redondas con higos, dátiles y miel entre esclavos y plebeyos. En estas tortas se escondía un haba, y al que le tocaba se le otorgaba el título de “rey de reyes” por un tiempo breve.
Con la expansión del Cristianismo muchos de los rituales paganos fueron adaptados a las nuevas tradiciones cristianas. Es así como, en la Edad Media, esta costumbre se integró a la celebración de la Epifanía, el 6 de enero, día en que se conmemora la visita de los Reyes Magos al niño Jesús. La figura del haba se transformó en una representación del Niño, y el hallazgo de la figura comenzó a tener un significado de suerte y bendición.
En países como Francia y España, la tradición evolucionó con características propias, y con la colonización, llegó al continente americano, donde se mezcló y adoptó elementos de las culturas locales. En México, por ejemplo, se añadieron ingredientes autóctonos y se empezó la tradición de responsabilizar a la persona que encontraba la figura del Niño Jesús con organizar y proveer los tamales para la festividad de la Candelaria.
A través de los años, el significado religioso de la Rosca de Reyes ha permanecido, pero también se ha convertido en una oportunidad para la reunión familiar y el fortalecimiento de lazos en una comunidad (escuela, trabajo, amigos).
Sobre los elementos, el muñeco del niño Jesús alude a la historia de cuando Jesús tuvo que ser ocultado de los soldados que seguían la orden de Herodes, quien buscaba matar a todos los niños menores de dos años.
Al encontrar la figura del niño en la Rosca de Reyes, la persona asume el papel de “padrino” del niño Jesús. Esta responsabilidad conlleva cuidar de la figura, ataviarla con nuevas vestiduras y llevarla a la iglesia el Día de la Candelaria para su bendición. La celebración continúa con la obligación de ofrecer tamales y atole a los presentes, manteniendo una tradición cuyas raíces se encuentran en las prácticas ceremoniales relacionadas con rituales de fecundidad y cosechas, como lo señala el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Adicionalmente, las frutas secas cristalizadas que habitualmente decoran la rosca tienen un significado especial, simbolizando las preciosas gemas que adornan las coronas de los Reyes Magos.