El nombre de las Farmacias Guadalajara se volvió viral en redes sociales luego de que un usuario se cuestionara por qué es que dentro de sus sucursales no se venden las pastillas de emergencia utilizadas por aquellas personas que no utilizaron ninguna protección al momento de sostener relaciones sexuales, situación que generó un gran debate.
Y es que el internauta de X, antes Twitter, identificado como Paco Paniagua se cuestionó sobre los rumores que decían que era imposible encontrar este producto entre el inventario de una de las cadenas de farmacias más populares y antiguas de todo México.
“¿A poco es cierto que en las farmacias Guadalajara no venden la postday porque los dueños son cristianos?”, preguntó desde su perfil personal. Publicación que rápidamente comenzó a tener mucha interacción pues las personas confirmaron que en realidad era cierto.
Usuarios responden a la interrogante
Luego de que se hiciera popular la duda de Paco Paniagua, decenas de personas comenzaron a responder su posteo alegando que es verdad pues su creador, Javier Arroyo Chávez, es un empresario jalisciense que junto a su familia se han destacado por ser muy religiosos, aunque no queda claro si se trata de católicos o cristianos.
Gracias a esta inclinación en sus creencias, estaría prohibida la venta de estos artículos que para algunas personas resultan ser abortivos o que pueden intervenir en la creación de una nueva vida, motivo por el cual está totalmente descartado en su catálogo de ventas, tal y como se muestran en su página web.
Incluso, afirman, la venta de condones también había estado prohibía durante muchos años por la misma razón, pero habrían reconsiderado esta decisión y ahora es posible encontrarlos en gran parte de sus 2 mil 632 sucursales a lo largo de todo México.
Mientras que su logotipo podría reafirmar estas deducciones, pues se encuentran las dos torres de la Catedral de Guadalajara, dejando en claro que se trata de una cadena con creencias religiosas.
¿Cuándo se inauguraron las Farmacias Guadalajara?
El origen de esta empresa familiar data desde la Segunda Guerra Mundial, específicamente en 1942, cuando Francisco Arroyo Chávez y su esposa decidieron abrir una “superfarmacia”, nombrada así porque no solo abastecían medicamentos, sino que también era una tienda de conveniencia y, al mismo tiempo, podías encontrar artículos de supermercado. Además de que desde ese entonces se fijó un horario de 24 horas los 7 días de la semana, por lo que los clientes podían acudir en cualquier momento.