‘Cien por uno’, el narcocorrido que recuerda la vez que un capo mexicano fue secuestrado por el Cártel de Cali

‘El Teco’ Lindoro, fue un narcotraficante sinaloense originario de Badiraguato, Sinaloa, quien no pertenecía a ningún grupo criminal, por lo que operaba como independiente, sin embargo, tenía alianzas con otros cárteles, por lo que pudo trabajar sin conflicto algunos con sus homólogos.

De manera extraoficial, se menciona que ‘El Teco’ respondía al nombre de Juan José Lindoro Guerrero, quien en 1990 viajó a Colombia para hacer tratos con una de las organizaciones del país sudamericano, quienes los privaron de su libertad.

Los Tucanes de Tijuana se inspiraron de ese caso para escribir un tema que salió en el 2000, 10 años después de lo sucedido en la ciudad de Cali, Colombia.

“Fue a Colombia a tratar mercancía, pero estando allá lo secuestraron, por la deuda de treinta millones, que dejó al fallecer su cuñado, muerto el perro, no acaba la rabia, esa es la ley de los colombianos”, comienza la melodía de los Tucanes de Tijuana.

A pesar de que en la mayoría del tiempo trabajó solo, llegó a hacer tratos con los hermanos Arellano Félix, así como Carrillo Fuentes, siendo estos últimos muy amigos de él, tal es el caso de ‘El Señor de los Cielos’.

‘El Teco’ tenía tratos con el Cártel de Cali, a quienes apoyaba a trasladar cocaína por México hacia Estados Unidos, pero él no era el único, debido a que su hermana, su hermano y cuñado también operaban con los colombianos.

“Yo no voy a pagar ni un centavo, ese no es mi problema, señores, mire, amigo, no estamos jugando, ya tomamos nuestras precauciones, si no paga usted, paga su hermana, es mejor que hable con sus patrones”, continúa el tema de Los Tucanes.

El cuñado de ‘El Teco’ falleció al ser emboscado en Culiacán, y llevaba un cargamento de droga de los de Cali, el cual se perdió en el atentado, por lo que al llegar el capo a Sudamérica le dijeron que tenía que pagar lo de su familiar.

Lindoro estaba obligado a tener que pagar si no lo mataban, por lo que al enterarse, Amado Carrillo les ofreció que cancelaran esa deuda a cambio de que también se olvidaran la que tenían con él.

“Se enteró del problema Carrillo y a Colombia mando una persona, localízame a ese desgraciado, quiero el nombre con toda su historia, después lo comunicas conmigo, puede ser alguien de nuestra zona”, sigue la canción.

Los caleños no querían y al final los convenció Amado, tras amenazarlos de comenzar una guerra si le quitaban la vida, por lo cual tuvieron que liberarlo y aceptar el trato.

“No, señor, son aparte las cuentas, su paisano me paga o lo mato, mire, socio, le advierto una cosa, cien de ustedes haremos pedazos, por cada mexicano que mate, cien por uno será nuestro trato, por ahí dicen que ya no hay problemas, el rescate volvió de inmediato”, finaliza la canción.

Al final, Carrillo fuentes les sentenció que por cada mexicano que maten, él terminará con 100 de ellos y al ser uno de los capos más poderosos en los 90, tuvieron que obedecer.