En el año 2013 el Gobierno de la Ciudad de México seguía negando la presencia de cárteles de la droga en la capital del país, se hablaba de células criminales de narcomenudistas, secuestradores y ladrones que operaban en todas las delegaciones, como entonces se les conocía; hasta que el 26 de mayo la masacre del Bar Heaven evidenció la disputa por el control territorial para la venta de droga y extorsión que comenzó en 2010 la Unión Tepito.
Fueron 13 jóvenes -cinco mujeres y ocho hombres- a quienes secuestraron mientras estaban de fiesta en un bar de la Zona Rosa y luego los llevaron hasta un rancho en el municipio de Tlalmanalco, Estado de México, donde finalmente los torturaron, asesinaron y enterraron en una fosa clandestina.
Las investigaciones de las autoridades capitalinas fueron lentas, pero se intensificaron cuando los familiares de las víctimas se manifestaron y evidenciaron el tema que poco se tocó en los medios de comunicación; las pesquisas revelaron entre otras cosas que los jóvenes fueron invitados a dejar el antro Crystal -por los propios meseros- e irse al Heaven, donde había un “mejor ambiente” y cerraría hasta horas más tarde.
Otra característica de los jóvenes secuestrados es que varios de ellos eran hijos de padres y madres comerciantes y originarios del Barrio Bravo de Tepito y colonias aledañas como Peralvillo y Moctezuma.
La Unión Tepito y el control de la CDMX
Para entender la masacre del Bar Heaven tenemos que remontarnos al 24 de mayo de 2013 cuando presuntos integrantes de la Unión Tepito asesinaron a Horacio Vite Ángel afuera de un bar entre las calles de Tamaulipas y Campeche en la colonia Condesa.
El crimen se intentó hacer pasar como una disputa entre narcomenudistas que terminó en dos balazos contra Vite Ángel, quien tenía entre sus pertenencias varias dosis de droga cuando la policía lo encontró recargado, sin vida, en un árbol.
El homicidio de Vite Ángel provocó una venganza de La Unión de Insurgentes a manos de Javier Joel Rodríguez Fuentes y Jesús Carmona por problemas que tenían contra Jerzy Ortiz, quien se encontraba entre los asistentes al Bar Heaven.
Aunque entre los asistentes al bar también estaban los autores intelectuales del homicidio de Vite Ángel, estos no se encontraron entre los secuestrados pues se presume que escaparon por la azotea del bar cuando falsos agentes de la policía capitalina llegaron a las puertas del Heaven y subieron a camionetas y autos a los jóvenes para después trasladarlos a Tlalmanalco.
“La Barbie” y La Unión Tepito
El crimen que evidenció que la Ciudad de México era un terreno en disputa para el cobro de piso, extorsiones y el narcomenudeo de dos cárteles de la droga tiene sus antecedentes en 2010, cuando Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, y Juan Juárez Orozco, alias “El Abuelo”, intentaron formar un cártel capitalino.
Era el año 2010, “La Barbie” ya había roto relaciones con los hermanos Beltrán Leyva y “El Abuelo” aún trabajaba para ellos, pero ambos tenían la misma consigna: unir a los criminales de Tepito para formar un cártel y aprovechar sus bodegas y su cercanía con el Aeropuerto Internacional Benito Juárez para el trasiego y resguardo de droga en la capital.
De la mano de “El Abuelo” surgió La Unión Tepito, según documento el periodista Antonio Nieto en su libro El Cártel Chilango; en tanto, con “La Barbie” vio la luz el grupo de La Unión Insurgentes -por su zona de operación-, lo que después se transformó en La Mano con Ojos.
Con la mano de “La Barbie” ambos cárteles lograron una supuesta tregua, pero esta se debilitó de manera casi inmediata cuando lo arrestaron en agosto de 2010, dando paso a una guerra por el control de las plazas capitalinas y los delitos de extorsión y cobro de piso en el corredor Insurgentes y múltiples comercios de la capital.