Desde 2010 hasta la fecha, el grupo delictivo La Unión Tepito se ha encargado de imponerse en el centro de la Ciudad de México, ocupando como territorio la Zona Rosa, el corredor Roma y Condesa, así como el barrio bravo que es donde tienen su base de operaciones.
A mediados de la década pasada estuvieron cobrando piso a los dueños de antros de los ya mencionados sectores, esto luego de que al principio se dedicaran a la venta de drogas al interior de estos, pero vieron más viable cobrar por trabajar a los empresarios.
“Testimonios de empresarios vecinos de Marco Antonio Cardona, revelaron a las autoridades que él buscaba terminar las extorsiones, a pesar de su lucha, después de su muerte nadie más protestó, ni los antrero, no tuvieron más opción que tener que pagar el 20 por ciento que exigían los de Tepito, de lo contrario ya sabían su suerte”, se lee en el libro ‘Narcos de México’.
De acuerdo con los autores del libro ‘Narcos de México’, ‘La U’ cobraba el 20 por ciento de las ganancias de la semana a los dueños de centros nocturnos, quienes no tenían otra opción más que obedecer, debido a que las consecuencias llegan a ser fatales.
Marco Antonio Cardona Utrilla, dueño del bar Life, fue uno de los empresarios que decidió enfrentarlos, lo que le costó la vida, es por ello que sus vecinos quedaron aterrorizados y tuvieron que hacer caso a las exigencias de los delincuentes capitalinos.
“Una noche de mayo de 2014, todo cambió para Ramiro, el propietario de un bar, ese sábado, recuerda Ramiro, parecía normal, como cualquier otro, según él, tenía todo bajo control, las meseras habían llegado, los meseros con sus mandiles estaban listos... En aquella ocasión ‘El Chino’ reapareció, le mostró la cangurera para que viera que no tenía droga, llegó se puso a un lado de la caja registradora y no habló más, de ahí no se movió, una vez ya instalado le dijo a sus otros dos acompañantes que se fueran, que todo estaba bien y que él se encargaba”, se puede leer en la obra.
Ramiro fue otro empresario que conoció el poderío de La Unión Tepito, cuando corrió a un hombre identificado con el mote de ‘El Chino’, que estaba vendiendo droga en el baño, para que minutos más tarde una patrulla lo trajera, al demostrar que ya tenía trato con las autoridades.
Luego de varios días de ausencia, ‘El Chino’ regresó, pero en esta ocasión le dijo que no tenía droga y que solamente estaría viendo su caja registradora para conocer sus ganancias y de ahí solicitar el 20 por ciento.
“El muy cabr... con muchos huev... dijo que se iba a quedar en la caja registradora para ver cuánto se vendía por día, cuanto se vendía entre semana y cuántos los fines de semana, para de eso pedirle el 20 por ciento”, se lee en el libro ‘Narcos de México’.