Eran cerca de las 02:00 de la mañana cuando una camioneta se estacionó frente a un domicilio de la colonia Cajeme, Sonora; de ella bajaron tres sujetos fuertemente armados y dispararon contra los asistentes a una fiesta de 15 años: seis personas murieron y 26 más resultaron heridos.
La masacre en la que se presume asesinaron al líder de una célula criminal en la región controlada por el Cártel de Sinaloa no es la única que se ha registrado en el estado de Sonora, siendo una de las más recordadas la encabezada por el revolucionario Pancho Villa.
El 2 de diciembre de 1915 el ejército de Pancho Villa asesinó a casi todos los habitantes del poblado de San Pedro de la Cueva, ubicado al este de la ciudad de Hermosillo.
De acuerdo con el escritor Nicolás Pineda Pablos un grupo de bandidos de la época atacó a los hombres de Pancho Villa y en el intercambio de plomo corrieron a esconderse en San Pedro de la Cueva, un error que les costaría la vida a inocentes y culpables.
Quienes no alcanzaron a huir (136 pobladores) fueron capturados por la División del Norte, quienes pese a las súplicas del párroco de la comunidad para que les perdonara la vida a mujeres, niños y ancianos fueron fusilados en grupos de cuatro por órdenes de Pancho Villa.
En el lugar aún se encuentra una placa con los nombres de las víctimas. Una masacre que se terminó cuando el comandante Macario Bracamontes confrontó al líder revolucionario, salvando al mismo tiempo a nueve menores de edad y 14 adultos.
Sonora, tierra en disputa por el Cártel de Sinaloa
Aunque el Cártel de Caborca tiene una fuerte presencia en Sonora, la organización criminal que domina la mayoría del territorio es el Cártel de Sinaloa, especialmente la franja de tierra que corre paralelo al Golfo de California y las zonas serranas de la frontera con Chihuahua.
Lejos de Pancho Villa (2019) la masacre que más se recuerda es la de la familia LeBarón, cuanto parte de sus integrantes viajaban por la región de Bavispe y fueron atacados por sicarios de La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez. Nueve personas murieron, entre ellas seis niñas y niños.
Antes del caso LeBaron, hombres armados irrumpieron en la comunidad de Tesopaco, municipio de Rosario, y quemaron al pueblo entero. Los responsables fueron identificados como integrantes de Los Salazar, brazo armado del Cártel de Sinaloa que acudió al lugar para enfrentar al Cártel de Juárez. Aunque no se reportaron muertos -según fuentes federales- los pobladores advirtieron que decenas de personas desaparecieron o fueron levantadas por los grupos criminales.
Apenas en marzo pasado otras cinco personas fueron asesinadas en Cajeme, Sonora, luego de que un comando irrumpiera en su casa y disparara contra dos mujeres y tres hombres.
Las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) revelaron que las víctimas tenían antecedentes de delitos por robo a transeunte, robo de vehículo y narcomenudeo; además se informó que un año atrás, en el mismo domicilio, una mujer fue asesinada por presuntos nexos con grupos dedicados a la venta de droga en la región.
Respecto a la masacre que se registró durante la madrugada de este viernes, la Fiscalía de Sonora no ha confirmado el nombre del presunto líder criminal que se encontraba entre las víctimas.
De manera extraoficial trascendió que se trató de una riña que escaló a los golpes y terminó en balacera; otra hipótesis es que se trató de un ataque directo contra un hombre identificado como Leobardo Vega Arellano, alias “El Wacho”.