Cuál fue el primer volcán que se presenció en México y que se apagó para siempre

México se ha caracterizado por ser una tierra llena de gran valor histórico, cultural y con considerables detalles geográficos y geológicos, pues posee un suelo muy accidentado, con un gran número de cordilleras, montañas y volcanes, de los cuales se tiene el registro de varios ubicados en diversas partes del país, pero hubo uno que se congregó como el primero en ser presenciado por los habitantes de nuestro país.

En el país, gran parte del vulcanismo está relacionado con la zona de subducción formada por las placas tectónicas de Rivera y Cocos en contacto con la gran placa de Norteamérica, y tiene su expresión volcánica en la Faja Volcánica Transmexicana (FVTM).

De acuerdo con el portal del Gobierno de México, se puede decir que en México existen más de dos mil volcanes, de los cuales alrededor de 42 son reconocidos como tales aunque en total, hay quienes sostienen que existen exactamente el triple y solo algunos se consideran activos o peligrosos.

Algunos de los volcanes más conocidos del país son: el Popocatépetl, volcán de Colima, Citlaltépetl, la Malinche y Iztaccíhuatl; sin embargo, ninguno de estos es considerado como el primero en ser presenciado por los habitantes del territorio mexicano.

Fue el 20 de febrero de 1943 que tuvo lugar un suceso calificado como fascinante y a la vez devastador que cambió la vida de los habitantes del municipio de Paricutín, en el estado de Michoacán, ya que en aquel entonces los eventos ocurridos en un maizal del pueblo generaron incertidumbre, angustia y miedo en la población .

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que, en aquel momento algunas personas atribuyen los hechos a un castigo divino, mientras que algunos otros temían que se avecinaba el fin del mundo; Sin embargo, lo que estaba a punto de suceder en aquel momento era el nacimiento de un volcán, el Paricutín.

Este volcán que nace una sola vez y tiene una corta erupción que puede durar desde meses hasta varios años, marcó algo muy importante en la historia de la vulcanología tanto en México como a nivel mundial.

Se trata del primer volcán que la humanidad presenció y documentó desde que apareció y hasta el momento de su muerte, permitiendo la generación de estudios y la documentación de cada uno de los procesos por los que pasó este volcán.

Según la doctora Marie Noëlle Guilbaud, investigadora Titular B del Departamento de Vulcanología en el Instituto de Geofísica de la UNAM, cuando el Paricutín hizo erupción, la vulcanología aún no existía como campo de estudios de geología o sísmica.

El volcán sirvió como un modelo de estudio para futuras erupciones y permitió a los científicos comprender mejor los procesos volcánicos. A pesar de que la erupción causó en su momento grandes estragos en la comunidad en la que nació, actualmente es considerado como una atracción turística y un acontecimiento importante en la historia del país.

El nacimiento de este volcán ocurrió a las 16:30 horas del 20 de febrero de 1943, dicho volcán emergió del suelo después de haber estado activo desde 1941, pues en ese año se registró un terremoto en el estado.

El hecho fue presenciado por Dionisio Pulido, un campesino y dueño de una parcela cercana al lugar donde el volcán se formó, notó una depresión en su campo de maíz. Según lo relatado por la UNAM, el día en que nació el volcán, el señor Pulido fue a su campo y se dio cuenta de que la tierra estaba haciendo muchos ruidos, se levantaba humo y por la tarde empezaron a ver rocas saliendo de aquel lugar, como pequeñas explosiones.

Durante el primer día, el edificio volcánico alcanzó una altura de 30 metros, duplicándose tres días después. Durante su primer año, había logrado alcanzar los 336 metros y, finalmente, llegó a su altura actual que es de 424 metros.