Uno de los narcotraficantes más reconocidos en la historia de México es Rafael Caro Quintero, cofundador del Cártel de Guadalajara y exlíder del Cártel de Caborca, cuya libertad llegó a su fin tras la muerte de Enrique ‘Kiki’ Camarena, agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). Durante 28 años el ‘Narco de Narcos’ vivió tras las rejas; tiempo en el que, contradictoriamente, se dice mantuvo intacta su millonaria fortuna. Pero, ¿cómo lo logró?
Caro Quintero incursionó en el negocio de las drogas a edad temprana, como consecuencia de la muerte de su padre. Los reportes indican que se inició en el cultivo de marihuana pero, poco después, se unió a Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo para crear el Cártel de Guadalajara, una de las organizaciones criminales más reconocidas.
El Cártel de Guadalajara comenzaba a vivir su época de mayor apogeo en la década de los 80, pero la muerte de Enrique Camarena lo cambió todo. La agencia antidrogas estadounidense comenzó una intensa cacería en contra de Quintero, quien terminó huyendo a Costa Rica.
El capo finalmente fue capturado el 18 de septiembre de 1985, extraditado a México, enjuiciado y hallado culpable de homicidio calificado, privación ilegal de la libertad (secuestro) y producción y tráfico de drogas. En 1989, cuando fue sentenciado a 40 años de prisión, se creyó que su poder y presencia en el crimen organizado había llegado a su fin. Pero no fue así.
Negocios de bienes raíces, gasolineras y empresas agrícolas: los otros negocios de Caro Quintero
En 2013, mismo año en el que Caro Quintero obtuvo su libertad por el fallo de un juez, Estados Unidos informó que el capo mantuvo su fortuna intacta mientras cumplía su condena a través de una red de empresas que era administrada por miembros de su familia y otras personas cercanas a él.
Entonces, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) hizo público un listado de empresas vinculadas a su primera esposa, Elizabeth Elenes Lerma, y sus cuatro hijos: Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibrán.
Por su parte, el Departamento de Justicia de EEUU acusó a la familia de Caro Quintero de invertir capital en negocios aparentemente legítimos por orden directa del ‘Narco de narcos’. La investigación reveló que las empresas estaban asentadas principalmente en Zapopan, Tlajomulco de Zúñiga y Guadalajara, Jalisco.
Pero eso no fue todo. En julio de 2020, EEUU acusó a Bryan Espinosa Aguilar, hijo de Diana Espinoza Aguilar ―identificada como la última esposa de Quintero―, de ayudar al narcotraficante a poner una casa y otros activos a su nombre, con el fin de que no fueran asegurados por las autoridades.
“Como se alega, el acusado actuó como un hombre de paja para proteger la propiedad comprada con las ganancias ilícitas y manchadas de sangre del imperio de tráfico de drogas de su padrastro para que no fuera confiscada por el gobierno”, señaló el entonces fiscal Richard P. Donoghue.
Se estima que durante su trayectoria criminal, Caro Quintero se hizo acreedor de una fortuna que ascendía los 500 millones de dólares. Ahora, a sus 71 años, se encuentra nuevamente recluido en Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) no. 1, ‘El Altiplano’, desde donde evita ser extraditado a Estados Unidos.