La actriz y cantante Evaluna Montaner ha suscitado controversia tras confesar que durante su embarazo no recibió atención médica y que confió únicamente en su fe y en los cuidados de una partera para la gestación y nacimiento de su primera hija, Índigo. Causando indignación entre miles de internautas mexicanos, que le han externado a través de criticas que lo pensado y ejecutado fue un “completo descuido” que pudo haber tenido consecuencias en la salud de ambos.
En el podcast Pensándolo bien, pensábamos mal, conducido por su cuñada Stef Rotiman, Montaner explicó que prescindió de consultas ginecológicas y ecografías, optando por un enfoque de maternidad no tradicional en su hogar.
“Yo no tuve un ginecólogo. Nadie me hizo ultrasonidos, ecografías, ni nada por el estilo. Todo el embarazo fue completamente un acto de fe; todo fue con una partera con la que escuchaba su corazoncito en un estetoscopio, pero nunca vi cómo iba y ni siquiera sabía si iba a ser niño o niña”, dijo.
Parto en casa y respaldo familiar: la llegada de Índigo a la vida de Evaluna Montaner y Camilo
Evaluna Montaner, esposa del conocido cantante colombiano Camilo, dio a conocer que a lo largo de su gestación, el seguimiento del desarrollo de su bebé se realizó sólo mediante el uso de un estetoscopio, sin tecnología de imágenes como ultrasonidos.
Además, reveló que su madre, Marlene Rodríguez, asumió el rol de doula -una persona, generalmente mujer, que informa y acompaña en el proceso de la maternidad, no interponiéndose en los actos médicos ni supliendo la función de las matronas o ginecólogos durante el parto- y se preparó para apoyar en el proceso de dar a luz.
A pesar de admitir miedos relacionados con la crianza, destacó la posibilidad de tener una vida familiar feliz dentro del mundo del entretenimiento y de la importancia de estar presentes en la educación de los hijos.
Reacciones en redes sociales: mexicanas critican y argumentan por qué Evaluna Montaner puso en riesgo su vida y la de su bebé
La decisión de Montaner de no recurrir a la atención obstétrica convencional ha provocado una oleada de reacciones divididas en redes sociales. Varios usuarios la han criticado, considerando su elección como irresponsable y potencialmente peligrosa tanto para su salud como para la de su hija Índigo.
Otros, en cambio, han elogiado su enfoque en la maternidad y le han extendido su apoyo y felicitaciones. Las confesiones de Evaluna ponen en relieve el debate sobre las prácticas de embarazo y parto, y el papel de la fe y la medicina alternativa en estos procesos.