Un mes antes de que asumiera la presidencia de México la familia de Felipe Calderón Hinojosa se vio envuelta en un secuestro contra un primo del segundo mandatario federal emanado de las filas del Partido Acción Nacional (PAN), por quien pedían una millonaria suma para liberarlo.
Los responsables del secuestro de Alfonso Reyes Hinojosa fueron La Familia Michoacana, aunque a petición de un grupo de empresarios de Michoacán que habrían sido defraudados por el primo del entonces presidente electo de México.
Aunque en eso momento el procurador General de Justicia de Michoacán, Juan Antonio Magaña de la Mora, aventuró a decir que “estoy seguro que estas personas lo secuestraron por confusión y ni siquiera se enteraron de que era primo del presidente de México”, años después el exlíder de La Familia Michoacana, Servando Martínez “La Tuta” aseguró que fue la propia hermana de Felipe Calderón quien intercedió en la negociación para la liberación.
De acuerdo con el periodista Jesús Lemus, en su libro El Licenciado, el préstamo que el primo de Felipe Calderón Hinojosa se negó a pagar ascendía a 30 millones de pesos y ante la negativa solicitaron a La Familia Michoacana que “se hiciera cargo” del pago, aún sabiendo que la organización criminal cobraba el 10 por ciento por sus “servicios de cobranza”.
Alfonso Reyes Hinojosa había presumido su cercanía con el presidente electo y convenció a un grupo de empresarios para que confiaran en él y le dieran dinero para la construcción de un fraccionamiento urbano que nunca se materializó.
Cuatro horas de secuestro al primo de Felipe Calderón
Juan Luis y Luisa María Calderón Hinojosa, hermanos del ex presidente, hablaron personalmente con “La Tuta”, como el propio narcotraficante lo confirmó en un video que colgó años después en sus redes sociales, pero el verdadero negociador fue Carlos Mejía Villaseñor, uno de los hombres más cercanos a la familia del panista y con vínculos con el crimen organizado de Michoacán.
Según la versión de Lemus, Mejía Villaseñor acordó reducir la cifra para el “rescate” a 12 millones de pesos, mismos que nunca se concretaron -narra- por que solicitó el apoyo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para hacer frente a La Familia Michoacana y porque después de la negociación Genaro García Luna lo arropó y lo convirtió en testigo protegido.
La versión de “La Tuta” es algo diferente: “Llegamos a un arreglo. Fue el primero de noviembre cuando retuvimos al señor, del 2006, y lo soltamos el 2 de noviembre de 2006, más o menos un mes antes de que tomara posesión el electo, que era Felipe Calderón Hinojosa. Arreglamos, se comprometió a pagar a los pequeños empresarios 20 millones de pesos y al señor no lo volvimos a ver más que cuando toma posesión el señor Felipe Calderón y aparece a un lado de él”.
La versión oficial indicó que el primo de Felipe Calderón -hijo de una hermana de su madre- fue secuestrado por cuatro horas aproximadamente cuando se dirigía a su domicilio en la ciudad de Morelia; dos sujetos lo habrían sometido y obligado a entrar a un auto, lo que desató un fuerte operativo para localizarlo.
Cerca de cuatro horas después la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán desechó que se tratara de un secuestro; aseguró que fue un “conflicto laboral” con algunos socios y que los propios captores lo habrían liberado. En tanto, Juan Luis Calderón confirmó que su primo ya estaba en libertad, aunque no detalló si hubo un pago de rescate o el “operativo” rindió frutos.
El ex presidente Felipe Calderón nunca habló del “secuestro” de su primo, tampoco de los presuntos nexos que tenía su hermana con La Familia Michoacana, los cuales se presume se remontan a la década de 1990 cuando el panista compitió y perdió por la gubernatura de Michoacán.