En el laberinto de la historia del cine, hay relatos que van más allá de la pantalla, dejando huellas imborrables en las vidas de aquellos que dan vida a los sueños de sus miles de espectadores. Un nombre, “Viridiana”, ha tejido tragedias y legados en dos generaciones de la emblemática familia de Silvia Pinal en el Cine de Oro mexicano, pues su historia va más allá de la cinta.
Corría el año 1961 cuando una joven Silvia Pinal se convirtió, al igual que otras actrices, en musa del director Luis Buñuel. A los 30 años, encarnó a Viridiana en la cinta homónima, desatando una tormenta de controversia desde sus inicios. El Vaticano la tachó de blasfema y llevó al exilio al propio Buñuel.
La Iglesia católica la consideró un sacrilegio, mientras la dictadura de Franco censuró la película en España. Italia siguió su ejemplo, vetándola en sus tierras. A pesar de las prohibiciones, Viridiana se erigió como un referente cultural, una sátira mordaz contra la religión católica.
El destino pareció tejer tragedia en torno al nombre. Buñuel no pisó su tierra hasta 1977, tras la muerte de Franco, momento en que su obra maestra se estrenó en España, 16 años después de su creación. La controversia catapultó la fama de Pinal, quien, como gesto hacia el director, nombró a una de sus hijas Viridiana.
Viridiana Alatriste: la hija de Silvia Pinal que tuvo un trágico desenlace con tan solo 19 años de edad
La película fue producida por Gustavo Alatriste, exesposo de Pinal. Durante el rodaje, nació una química que en 1963 daría vida a su única hija, Viridiana Alatriste. A pesar del éxito, la joven actriz llevó una vida discreta, incursionando en la televisión a principios de los años ochenta y en el melodrama con participaciones truncadas.
Sin embargo, la tragedia golpeó con crudeza a la familia. Viridiana Alatriste falleció a los 19 años en un accidente automovilístico en las calles de la Ciudad de México el 25 de octubre de 1982. Su pérdida dejó un vacío insondable en la vida de Silvia Pinal, quien en varias ocasiones ha compartido la dificultad de asimilar tan prematura partida en su autobiografía.
La nieta de Silvia Pinal se llamaba Viridiana; también murió a los 2 años de edad
La historia de infortunio no cesó ahí. Sylvia Pasquel, hermana de Viridiana Alatriste, honró su memoria al nombrar a su hija, nacida en 1985, Viridiana. No obstante, esta segunda Viridiana también enfrentó un destino trágico, falleciendo a los dos años de edad.
Pasquel compartió la triste historia de la muerte de su pequeña en un accidente en la alberca mientras jugaba con un patito, un momento de descuido que desencadenó una tragedia inesperada. La pérdida de su nieta se sumó al duelo por su hija, sumiéndola en una profunda lucha contra el alcoholismo.
En entrevistas, Pasquel ha descrito cómo este doble golpe marcó un quiebre en su vida, llevándola a dejar su matrimonio y a enfrentar una etapa de profunda introspección y dolor. La trágica historia de las Viridiana’s dejó cicatrices imborrables en dos generaciones de una familia ícono del cine mexicano.
Más allá de los reflectores, estas tragedias revelan las fragilidades humanas detrás de la fama, recordándonos que, incluso en la gloria del cine, la vida puede tejer tragedias que desafían todo brillo y esplendor.